Llanera, M. J. I.

En el Asturcón estuvo la flor y nata. Entre ellos, Diana Piera; Imma, que el año pasado formaron parte del equipo español que ganó el Campeonato de Europa de jóvenes jinetes; Ana Mateos, ganadora esta temporada del Gran Premio del CSIO de menores de Manerbio, en Italia; Imma Roquet, que viene de ganar el pequeño Gran Premio de Nîmes (Francia); Cristina Batí, que recientemente fue sexta en el Gran Premio de Hagen, Alemania, y Mickey Seaquist, ganador el pasado año de un Gran Premio internacional en Portugal, eran algunos de los candidatos a estar en el podio de jóvenes jinetes.

El gallego Gonzalo Añón partía como uno de los favoritos en juveniles de una estrella por la trayectoria que viene manteniendo, aunque no se lo pondrán nada fácil jinetes como el balear Bartolomé Mayol.

Añón, de La Coruña, está orgulloso de «Calvin», el caballo belga que tiene desde hace un año y con el que participa por primera vez en una competición. Al joven jinete, con impecable chaqueta azul «Klein», le gustaría dedicarse profesionalmente a la hípica. Echa de menos un poco más de concentración en los días del campeonato. «Venimos a competir, las salidas y la diversión hay que dejarlas para otro momento».

La seriedad de Añón contrasta con las risas que se escuchaban en las gradas. En la pista era diferente. El binomio jinete o amazona y caballo se la juegan en el salto. A los animales se les trata con auténtico mimo. El más barato cuesta unos 40.000 euros, pero también los hay de 600.000, aunque nadie se atreve a confesarlo abiertamente. Desde luego, son precios para cuidar y muy a tener en cuenta.