El pescado, ayer, en Argüeru (Villaviciosa) se lo quitaban de las manos a los miembros de la comisión de fiestas de San Mamés. Y si hubieran capturado más piezas, tantas más que se hubieran llevado a cambio de un donativo para los festejos. Con la intención de recaudar fondos organizaron una "pescata" en la que movilizaron a unos veinte voluntarios. Unas ocho lanchas partieron temprano para regresar a última hora de la mañana y descargar el pescado. En total, reunieron unos 60 kilos, una cantidad inferior a la de otros años porque las condiciones de la mar no favorecieron las capturas.

Francisco Tuero es uno de los veteranos de esta actividad y como en las tres ediciones anteriores ayer volvió a madrugar para salir a las seis y media de la mañana con la lancha, acompañado de dos amigos: Santiago García Peón y Javier Collado. Regresaron a la una de la tarde, pero con la cesta no tan llena como les hubiera gustado. Apuntó que, como al resto, se les dio "bastante mal" porque la "mar estaba suave y no picaban los peces". Cogieron julias, cabras y gallanes, algún botón y chopas.

El presidente de la cofradía de pescadores de Tazones, Dimas García, también participó con otros amigos en esta "pescata", pero lo hizo en calidad de vecino. Trajeron a tierra unos quince kilos de pescado. "No picaban bien", destacó. Salieron a las ocho de la mañana y regresaron a las doce y media.

La novedad de este año fueron les llámpares, un molusco con mucha tradición en la zona y culinariamente muy valorado. Berto Ordieres fue uno de los que se animó a bajar al pedrero. Partió de casa a las cuatro de la madrugada hacia el de Foncalada, en La Barquerona, porque a las siete era la bajamar y hay que ponerse a "pelar" les llámpares sobre dos horas antes, explicó. Metió en la cesta casi seis kilos.

Angelita Varas Peón y Argimira Peón Vega son dos vecinas de Argüeru y ambas esperaban en la terraza del Chamizu a que sacaran al público las capturas frescas del día. Se apuraron a coger número porque la previsión era que iba a haber más demanda que oferta. Y así fue, les quitaron el pescado de las manos. Uno, porque era recién traído de la mar y otro, porque es una buena forma de colaborar con las fiestas a través de un donativo. Varas tenía el número 11 y argumentaba que participaba "para ayudar y porque es pescado fresco", todo un manjar culinario.

El presidente de la Comisión de Fiestas de San Mamés, Borja Obaya, estaba encantado con la respuesta vecinal. "En Argüeru, hay mucha afición a la pesca y hace unos años se juntaron varios y salieron en dos o tres lanchas", comentaba. Así explica el origen de esta "pescata". Esta vez, además de llámpares, se ofrecieron andaricas. La iniciativa repitió el éxito de las anteriores ediciones porque, a pesar de la reducción de capturas, el apoyo del pueblo no faltó.