Llega Elton John a Asturias por segunda vez. En esta ocasión, a Gijón. La primera visita fue para actuar en el antiguo Carlos Tartiere de Oviedo de Buenavista (ahora Calatrava). Hoy (21 horas), veintitrés años después y en el mismo mes que entonces, el británico que canta "Daniel" o "Your song", por citar dos glorias, regresa, pero al Palacio de los Deportes de La Guía, en el concierto del "doblete", ya que mañana hará su sesión Lenny Kravitz con la gira "Strut". Hubo un vaivén de recintos tras el intento de hacer ambas sesiones en Las Mestas. Pero la venta de entradas y el abono de ambas sesiones no dio para tanto. La realidad es que Elton John se sube hoy al escenario gijonés para revisar una parte muy importante de su carrera, varias épocas en las que escribió auténticas perlas de la historia reciente del pop que lo han aupado al olimpo de la industria discográfica.

Elton John lleva girando un par de años para conmemorar el 40.º aniversario de "Goodbye Yellow Brick Road", que se reeditó remasterizado y con "empaquetado" de lujo. Disco que para muchos es indispensable en una sólida colección de rock (o pop, que los términos, y más en el caso de Elton John, se acercan muchísimo). De ahí, de ese disco, sale la mayoría del concierto, con piezas simbólicas y de alta calidad en la historia de la música, como "Funeral For a Friend/Love Lies Bleeding", "Candle in The Wind", (la del duelo por Lady Di, antes dedicada a Marilyn), "Bennie and the Jets", o "Goodbye Yellow Brick Road".

Y, como siempre, por lo visto hasta ahora, estas sesiones son impecables en el sentido interpretativo, en cuanto a conducir las cosas en directo.

Elton John sigue con sus "pianadas" y su voz muy cerca al tono de juventud. La banda sigue sin torcer una nota y el repertorio da para pasar un muy buen rato, especialmente las generaciones tirando a maduras o menos jóvenes. Como ya se contó desde este periódico, una vez observada in situ su actuación del pasado mes de junio en Glasgow (Escocia), el británico atrapa al público a medida que transcurre la sesión. Nunca decae, asciende. Y, para ello, tiene canciones que van haciendo un bello recorrido, con una fuerte dosis setentera. Por lo que el público se va enganchando hasta llegar eufórico al final con la despedida en "Crocodile rock", pasando por piezas muy "tarareables" para todo el mundo como "Philadelphia Freedom", "The Bitch Is Back" o "Saturday Night's, Alright for Fighting" aunque suele haber cambios, en orden y número de temas, como anteayer en su concierto de Málaga.