"Procuro no pensar en ganar. Quedar llegar a la final de Arcochef ya es un premio viendo toda la gente que participó". Miriam Díaz, una de las dos finalistas del concurso en el que se busca a la mejor cocinera amateur de Asturias, admitía ayer antes de que diera comienzo la prueba en la plaza Mayor, en directo antes cientos de personas, que estaba muy nerviosa: "el escenario y el público imponen". Su contrincante, Felicidad Valderey, se mostraba mucho más tranquila. "Me da igual el ingrediente que propongan, estoy dispuesta a intentarlo y lo que tenga que ser, será".

Lo que ninguna de las dos sospechaba es que la sesión definitiva de cocina tendría como condición la utilización de al menos un huevo. Una decisión del jurado que sorprendia por la sencillez del ingrediente. "Después de que en una prueba anterior nos pidieran incluir por sorpresa la mayonesa ya me espero cualquier cosa", decía Miriam. Pero había más novedades. Además de ganarse a los miembros del jurado, las dos concursantes tendrían que dar a probar sus creaciones a un invitado especial, el capitán del Sporting, Alberto Lora, quien no dudó en animar a las participantes: "vengo con ganas de comer así que espero algo rico".

Con la diferencia de estilos que caracterizan a las dos aspirantes, Felicidad y Miriam se pusieron manos a la obra: "no importa ganar. Es una experiencia que enriquece". Finalmente, el triunfo fue para Felicidad Valderey.