"Aprender a tocar y cantar al mismo tiempo". Ese fue el reto que planteó la joven cantante y percusionista vallisoletana Vanesa Muela a los asistentes a la clase magistral de pandero cuadrado que impartió ayer en el Antiguo Instituto.

Tomando como base la interpretación de dos canciones populares de la localidad castellanoleonesa de Peñaparda (Salamanca), Muela introdujo a la veintena de alumnos que acudieron a la cita en el mundo del pandero cuadrado, típico del mismo pueblo.

Se trata de un instrumento que, en palabras de la sierense Tina Cuadriello, "en Asturias solo se toca en Cangas del Narcea y se toca con las manos, no con una maza como hacen en Castilla y lo estamos haciendo hoy". "La clase me ha encantado. Vanesa ha estado genial, como siempre", comentó Cuadriello al término de la sesión.

Respecto a la relación entre el folclore asturiano y el de Castilla-León, Vanesa Muela apuntó que "son casi idénticos, con ritmos muy similares". La vallisoletana matizó, en cambio, que "en Asturias se conservan todavía muchos grupos de pandereteras y eso me gusta mucho. En Castilla se han perdido prácticamente todos".

Entre la veintena de asistentes a la clase magistral del Antiguo Instituto se encontraban personas de todas las edades, entre las que se incluían tanto componentes de distintos grupos folclóricos de la región como aficionados a la música que deseaban mejorar sus destrezas con el pandero cuadrado. A este último grupo pertenece el gijonés Pedro Menchaca, aficonado a la música folk que "nunca había tocado este instrumento bajo las directrices de una profesional y por eso quise asistir a este curso, para aprender algunos ritmos".

Por la tarde y en el Escenario Atlánticu instalado en el Puerto Deportivo, Muela ofreció un concierto junto a los aragoneses Tomás Gimeno y Diego Escolano. Los tres artistas forman el grupo "Zaraval" y presentaron ante el público gijonés su primer trabajo titulado "Ancha es Castilla y alto Aragón" y compuesto únicamente por piezas de música tradicional como jotas, folías, romances y cantos de trabajo. Muela, Gimeno y Escolano pensaban tocar durante su actuación más de cuarenta instrumentos tradicionales diferentes de cuerda, viento y percusión además del canto.