"Todos los reconocimientos son buenos pero los que te da la gente que te quiere y a la que quieres son los mejores". Así de contundente se mostró ayer el cantante Ramón Melendi en Areñes, pueblo donde, según afirmó, pasó los mejores veranos de su infancia. "Que no me cambien por nadie, ni por Fernando Alonso", bromeó Melendi tras recibir el homenaje. La asociación Ríu Fontoria quiso agradecerle la gran publicidad que hace de la localidad piloñesa allá por donde va y lo hizo con la entrega de una talla conmemorativa en la que figura su nombre. "Colabora en todo lo que le pedimos y en cuanto subimos una foto con él a las redes sociales, las visitas a la página de la asociación suben como la espuma", explicaron Viri Iglesias y Blanca Pérez, que ahora llevan las riendas de la asociación.

Melendi se mostró muy cercano y no escatimó en fotos con los numerosos residentes y fans que se acercaron a Areñes para pedirle un autógrafo. "Es muy campechano", resaltaron vecinos como Josechu González. Entre el numeroso público se encontraban su padres, Loli Espina y Gonzalo Melendi, que se mostraron "orgullosos y contentos por la cálida acogida" que su hijo recibe cada vez que se acerca a Piloña. También estaban sus dos hijos y su nueva pareja, la actriz argentina Julia Nakamatsu, que prefirieron quedarse en un segundo plano, así como su abuela materna Olvido Alcázar, que se mostró visiblemente emocionada tras recibir un cálido abrazo de su nieto. El músico aseguró que ya tiene ubicación para la talla: será en su domicilio madrileño. El regalo fue diseñado por Estíbaliz Cuadrado, miembro activo de la asociación, que trabajó en la talla desde el pasado diciembre.

El cantante asturiano llegó a Areñes el pasado domingo y hoy continúa su gira "Un alumno más" en Villena (Alicante). Durante su estancia aprovechó para visitar lugares tan emblemáticos como Covadonga. Melendi se deshizo en elogios con el trabajo realizado por la asociación. "Hace poco recuperaron las fiestas de San Roque de las que yo disfrutaba mucho cuando era pequeño", contó, al tiempo que aseguró que lo que más le gusta de Areñes es la libertad de la que gozan los niños en el pueblo.