El Festival Derrame Rock celebrado en la Laboral Ciudad de la Cultura bajó ayer el telón después de varios días de actividades y diversión. El encuentro musical y cultural se despidió con el concierto "20 años de Rock&Roll", que quedó mermado por el accidente que un día antes tuvo Yosi, líder de "Los Suaves", en Santander. Una caída del escenario le dejó ingresado en observación en Valdecilla, y su cita con Asturias, el que iba a ser su último concierto en la región -por la decisión de abandonar los directos-, pospuesto hasta que se pueda buscar nueva fecha. En todo caso, los seguidores de la banda podrán darse por invitados para el futuro con la misma entrada de ayer.

Una entrada que sí les permitió disfrutar del resto del cartel de la jornada. Porque los "20 años de Rock&Roll" tuvieron cuerda bastante con "Onion Smile", el grupo ganador del concurso de maquetas del Festival Derrame Rock, que poco acompañados al inicio abrieron el fuego musical con sus cuidadas melodías.

En torno a las ocho le tocó el turno de salir al escenario "La Destilería", el que fue el primer grupo en pisar el Derrame Rock en 1996, en Grado. Los ovetenses tocaron temas de toda su carrera, pero sobre todo de su último trabajo "La fuga y la furia". Muy potentes, fueron consiguiendo que el público -de todas las edades, colores y sabores, pero unidos por el rock- se animara, pese a que a la noche todavía le faltaba cuerda. El relevo se lo dió Miguel Costas, voz reconocible del punk rock, con un sonido muy "siniestro total".

Entonces fue cuando se contó al público la falta de Yosi y se recordó con "Dolores se llama Lola" la grandeza del grupo gallego. No hubo falta de cantarla desde el escenario porque para ese momento todo el patio de la Laboral coreaba como loco. Y lo que seguiría.

La fiesta se iba consolidando y sólo faltaba que se sumara a ella "Ilegales", la banda de referencia dentro y fuera de la región que colgó el broche final a un festival que albergó todo tipo de emociones.