Es una de las producciones más espectaculares de los últimos años, pero hasta ahora no había salido de Madrid. Por eso, Gijón es para "Priscilla" y todo el equipo que rodea al aclamado musical, la plaza donde ensayarán cómo debe sucederse a partir de ahora en cada ciudad de la gira la parada del espectáculo más multicolor del panorama nacional.

Toda la parafernalia de 'Priscilla', el musical que hará bailar a los gijoneses al ritmo de "I will survive" o "Material Girl" del 5 al 15 de agosto, llegó ayer al Jovellanos, con un despliegue de nueve trailers, de los que solo dos ya corresponden a vestuario, maquillaje y peluquería. Los 500 vestidos, 150 pares de zapatos y 200 pelucas que se enfundarán los "drag queen" , los bailarines y el amplio elenco a lo largo del atrevido espectáculo desembarcaron ayer en tierra asturiana y se desplegaron en torno al Jovellanos con decenas de cajones y maletas.

Tras dos temporadas de funciones en el teatro Alcalá de Madrid, el equipo de 'Priscilla', el musical basado en la oscarizada película australiana "Las aventuras de Priscilla, reina del desierto" ha tenido, lo primero, que someterse a un duro trabajo para adaptar a otros espacios los diferentes decorados de las veintidós secuencias de la representación, que se han tenido que modular, esto es, hacer desmontables.

Uno de los grandes retos ha sido transportar el autobús: los 37 técnicos que llegaron ayer a Gijón tendrán que volver a montar las secciones y piezas que componen el vehículo que da nombre a la obra, una máquina automatizada, hecha a escala real, y con iluminación led. "Nos ha llevado más de un año adaptar todo el decorado y hacerlo desmontable", explica Juanjo Rivero, productor ejecutivo, que señala que "el atrezzo es el que originalmente se usó en la gira por los teatros de Inglaterra".

Si de algo puede presumir la producción, ganadora del premio "Broadway World Award Spain", es de contar con un vestuario espectacular. Solo los vestidos, pinturas, pelucas y tocados ocupan dos camiones enteros. Doscientos metros cúbicos repletos de purpurina y colorido.

"No se ha escatimado en gastos. Todo lleva un sello de calidad perfecto, muy cuidado", señala Rivero, que indica que, "solo para vestuario, hay nueve personas que viajan con la compañía, además de otros cinco miembros del equipo que se encargan de pelucas, tocados y caracterización".

Para tener el guardarropa a punto el próximo viernes, la producción de "Priscilla" ha traído algo tan inusual como su propia lavandería profesional, que, junto con el servicio de sastrería, les sirve para garantizar el mejor cuidado posible de las prendas que usan personajes como 'Bernadette' o 'Tick' a lo largo de espectáculo.

"Somos muy testarudos en ofrecer calidad al espectador", explica Juanjo Rivero, que, junto con su equipo, invierte cada mes un kilo de purpurina y cuarenta barras de labios en la caracterización de los personajes.

Además de decorados y vestuario, 'Priscilla' también cuenta con un sistema de iluminación de infarto que ayer ya empezó a desplegarse en el escenario del teatro Jovellanos: pantallas led, trescientos aparatos de luces, cabezas móviles... todo, sostienen, de última tecnología.

Mención aparte merece el sistema de vuelos creado para la puesta en escena de las divas, las tres cantantes que permanecen colgadas a dieciséis metros durante el 80 por ciento de la obra. La estructura, que también ha tenido que adaptarse para la gira del musical, sería capaz de alimentar una casa a pleno rendimiento durante un mes y medio en caso de apagón, asegura Juanjo Rivero. Entre sus adaptaciones, cuenta con un sistema de refrigeración para evitar que las actrices se deshidraten, arneses hechos a medida que permiten la circulación de las piernas y un entramado que facilita desplazamientos verticales y horizontales con total precisión. Y que no dudan que en Gijón funcionarán al detalle.

"Nos dicen que somos muy pesados, pero está todo pensado para garantizar la seguridad del equipo", explica Rivero. Y para asegurar el espectáculo los técnicos contarán con siete días de preparativos antes de que arranque la obra en Gijón. Un tiempo que dedicarán a montar los decorados y a hacerse con las calles del Jovellanos.

El elenco de "Priscilla", que llegará el lunes a Asturias, tendrá cuatro días para ensayar antes del estreno. "En el resto de teatros tenemos un margen de dos días: uno para montar, otro para ensayar y al tercero ya se estrena", señala el productor, que está deseando compartir con el público gijonés la diversión y la originalidad del musical que ha cautivado a más de 350.000 espectadores en la capital española. Y que en Gijón espera ser igual de aclamado. Serán sus primeros aplausos fuera del teatro Alcalá.