Familias de trasgos, xanas, ayalgas, serenes y diaños burlones se adueñaron en la tarde ayer del muelle de Luanco. El motivo de esta espontánea aparición de seres mitológicos asturianos no era otro que festejar el Carnaval infantil de la capital gozoniega, en el que los más pequeños pudieron disfrutar de talleres de manualidades y del concierto de los gijoneses "Petit Pop". La soleada tarde hizo los participantes en el Antroxu estival se contasen por decenas y disfrutasen de una jornada de disfraces "mucho mejor que en invierno".

"Venimos toda la familia disfrazada. Todos los años participamos en el Carnaval y, según se van agregando miembros a la familia, los vamos trayendo", explicó Lorena Infiesta, integrada en un grupo familiar de nueve personas, entre los que había diañus burlones, xanas, trasgos y ayalgas. "Tenemos hasta un niño de cuatro meses por aquí", añadió la carnavalera, que confirmó que también participarían en la juerga nocturna. "Dejamos los niños con la familia y seguiremos con la fiesta", anunció con socarronería.

Aunque la temática propuesta por el Ayuntamiento era el paganismo asturiano, en el muelle luanquín había cabida para todos. Vestidas con trajes de colores y frutas en la cabeza, las pequeñas Giulia García y Telva Fernández acudieron a la cita disfrazadas de la cantante de samba luso-brasileña Carmen Miranda. "Nos gusta bailar y disfrazarnos", afirmaron las niñas, que corretearon a sus anchas por la explanada. "En verano es mucho mejor, porque no tienes que andar preocupándote de abrigos ni de nada", expresó la madre de García, Simone Porto, natural del país de la samba. "Aunque aquí se puede disfrutar, no tiene nada que ver con el de Brasil", confesó entre risas.

Además del concierto de "Petit Pop", el Ayuntamiento organizó un taller de caretas y otro de chapas que hizo las delicias de los más pequeños. Deva García, disfrazada de la princesa Sofía y acompañada de su tía Ludi García, se entretenía dibujando una mariposa a la que aún no tenía decidido qué color poner: "Es secreto", afirmó la niña de seis años, a la que le gusta "mucho" disfrazarse. "Los adultos también tenemos que integrarnos y participar en esta fiesta, que está muy bien", aseveró la tía, mientras le ayudaba con los lápices y pinturas.

Los hermanos Guillermo y Eduardo Fernández, que ayer eran Mario y Luigi Bros, lucían unas chapas con sus nombres hechas en el taller instalado por la organización. "Venimos todos los años y lo pasamos muy bien", confesaron los pequeños, naturales de Antromero. "Está muy bien, aunque este año no hay chocolate", apostilló con humor su madre, Ana Fraguela.

Precisamente, el Ayuntamiento había organizado un concurso en la actividad de las insignias en el que al ganador se le obsequió con una "tablet" y su diseño será utilizado el año que viene como imagen del Antroxu estival. Este año la afortunada fue Carolina González con "Misi", que será el emblema de la fiesta en 2017.

La actuación de "Petit Pop", con una propuesta musical para grandes y pequeños, puso el punto y final al Antroxu infantil. Con la caída de la noche, los jóvenes y adultos tomaron las calles de Luanco para disfrutar, hasta altas horas de la madrugada, del Carnaval de verano por antonomasia que, este año, contó con medidas especiales de seguridad para evitar incidentes.