A la Feria Internacional de Muestras de Asturias se suele llegar con las manos vacías, pero son muy pocos los que consiguen no sucumbir. Lo normal es atravesar las puertas de salida con un pack de sartenes, unos cuantos llaveros, pulseras y hasta una hormigonera de última generación. Pero todos los años hay unos cuantos productos que logran catapultarse al estrellato por originalidad, funcionalidad o su simple apuesta por lo novedoso que, cuando sale bien, hace honor a la expresión "me lo quitan de las manos".

En esta 60ª. edición a punto del cierre, la pregunta "qué es lo que más se compra en la feria" se responde por sí sola: escobas. Desde el puente que cruza a El Molinón hasta el lugar más recóndito del recinto ferial Luis Adaro pueden verse decenas de personas cada día portando dos largos palos azules que no dejan lugar a dudas: hay 2x1 en escobas. Pero algo han de tener de especial para que, entre tanto comprador acostumbrado a los intentos de venta de los comerciales, se vean seducidas tantas y tantas personas por algo que, a simple vista, no parece nada nuevo. "No levanta polvo al barrer, recoge desde pelos de gato hasta granos de arena tanto en superficies lisas como en moqueta, azulejos o cristales. También hace las veces de fregona y de aspiradora, limpia cristales y sus púas flexibles no rallan, lo pase por donde lo pase".

Con estas palabras y mucho arte hace Alves Santos, por primer año en la Feria, la presentación de su producto, una demostración que no deja a nadie indiferente. "Barrer es lo más fácil del mundo así que esto es lo que se ve, no puedes esconderle nada a la gente. Funciona, tiene un buen precio y es útil, no hay mayor truco", explica, siempre sonriente.

Otro clásico en la muestra son las picadoras de alimentos, pero algo tiene la Feria que es capaz de convertir el "clásico" en "novedoso" en cuestión de minutos. Aproximadamente tres son los que tarda Nerea Jañez en ganarse al público con la alegría que transmite quien cree en lo que cuenta. "Mete cebolla, pimiento y ajo y en un segundo tiene los ingredientes de su vinagreta cortados, triturados y listos para servir, sin necesidad de cansar sus manos", asegura mientras tira del hilo que pone en marchar el instrumento.

Este "minitwist" que acapara las miradas de todo aquel que entra en el pabellón pica desde pan tostado hasta frutos secos, pasando por todo tipo de verduras, con sus tres cuchillas colocadas a tres niveles. "No como los otros que se venden por ahí, que solo tienen dos", apunta, con gracia, su compañero Juan García-Bericua. Los asistentes a la demostración se llevan la picadora.

Pero en la Feria no todo son antiguas ideas con formato actualizado y mejorado, también hay productos tan novedosos que incluso llegan por primera vez a España a través de esta muestra. Es el caso de "Plancharello", una funda dorada de origen italiano que se coloca entre la tabla y la tela protectora para planchar que "evita que se pierda el calor y el vapor. De esta forma, un pantalón puede plancharse por los dos lados a la vez gracias al calor que se retiene. También es muy útil para olvidadizos: si te dejas la plancha encendida sobre la ropa, como no se seca gracias al vapor, ¡no pasa nada!", demuestra, con gusto, la vendedora Ángela González, una de las causantes de que el color dorado se haya puesto de moda este verano en la feria.

Otro efecto llamada lo hacen las tapas multiusos para la cocina. "Son de silicona alimentaria, sin químicos, que tienen la novedad de ser flexibles. Se adaptan a cualquier tipo de tupper y lo deja hermético, sin dejar salir líquidos, salsas ni alimentos...", cuenta la vendedora Silvia García. Y también convence a su público. Habrá que ver si, una vez en casa, todos los "hits" de Feria tienen tan buenas prestaciones.