Si de buenos caballos nacen mejores potros, muchos de los jóvenes jinetes de hoy provienen de las grandes estrellas de la hípica nacional e internacional. Y en CSIO de Gijón hay buenos ejemplos. Lo demuestran nombres como el de la holandesa Sanne, hija de Leon Thijssen; el británico Joe, sobrino de John y Michael Whitaker; la noruega Victoria, hija de Geir Gulliksen o la española Leticia, hija de Juan Riva. Pero el concurso gijonés no se entendería sin el seis veces olímpico Luis Álvarez Cervera cuyo descendiente Eduardo Álvarez Aznar lidera el presente de la hípica española. "Es un concurso especial, referente en prácticamente todo el mundo y el que me gusta mucho saltar. Ahora es todo mucho más complicado, hay más caballos y más jinetes, los recorridos han cambiado, todo ha evolucionado y cada vez hay gente competitiva y que monta cada día mejor", señala Álvarez Aznar, dos días después de regresar de su incursión en Río de Janeiro.

Los jinetes de reata conviven con representantes de la "beutiful people" del mundillo escuestre que, en pareja o solteros, llenan de colorido cada rincón del recinto cuando se apean de la montura porque además de obstáculos en Las Mestas gusta el papel "couché". Por ejemplo, no hay CSIO en Las Mestas que no cuente con Marta Ortega, la heredera del magnate Amancio Ortega, que en esta edición vino acompañada por su hijo; el que tiene en común con Sergio Álvarez Moya, el orgullo ecuestre asturiano y referente de la hípica nacional. O la deslumbrante Carolina Aresu, sobrina de Ana García Obregón e hija del productor de televisión italiano Giorgo Aresu. También Paola Amilibia y su marido, el pudiente mexicano Federico Fernández Senderos son viejos conocidos de la afición y no faltan un verano, igual que el manchego José Bono, hijo del expresidente del congreso de los diputados. Hasta el olímpico Saúl Craviotto se dejó ver con sus metales. ¿Quién será el siguiente? Se admiten apuestas.