Los vecinos de Solís están convencidos de que sus fiestas tienen el futuro garantizado. Y es que ayer, en el día grande, decenas de niños se sumaron a la procesión que une la iglesia parroquial con la ermita de San Justo y Pastor, junto a la que se vivió un día de convivencia que ni la lluvia pudo empañar. "No podía ser de otra forma, desde que nacen traemos a los 'peques' porque nuestros santos son niños y la fiesta es suya", comentó una vecina mientras caminaba hacia el campo de la ermita. Junto a ella, Elisa Fernández, de once años, lo corrobora: "Yo ya estoy enganchada". Ella, que hoy camina junto a su familia, recorrió por primera vez ese sendero con solo unos meses. "Voy a venir siempre", aseguró.

Los "santinos" fueron primero a hombros de cuatro adolescentes, que sin duda seguirán con la tradición unos años más, luego les tomaron el relevo cuatro mujeres. Tras ellos, más de dos centenares de personas charlaban y caminaban por la subida de la ermita, escuchando de lejos la música de la gaita de Bras Rodrigo que encabezaba la comitiva junto al estandarte del "Catecismo de Santa María" que portaban los niños próximos a hacer la comunión.

Los adultos no solo se encargan de inculcar el amor a la fiesta de Solís en los más pequeños, sino que también la disfrutan como niños. "Esta es una fiesta de siempre, desde que nací aquí hace cuatro décadas y vengo siempre, salvo que algo grave me lo impida", afirma Elena González.

En el prado que rodea la capilla, les esperaba una fiesta que duró todo el día. Tras la misa de campaña, que presidieron los santos, los centenares de personas que lo invadieron comenzaron a dejarse llevar por la fiesta. Empezaron por la subasta del pan de escalda, una tradición que demuestra el amor de la parroquia por sus fiestas, ya que los roscos llegan a tener precios muy altos.

Una fiesta es menos fiestas cuando no hay comida y en Solís, no podía faltar. De ello, se encargó la comisión de festejos con su Gran corderada, a la que se apuntaron 260 personas, pero en la que acabó habiendo mucha gente más, con la banda de gaitas de Corvera amenizando la "fartura".

La charanga "El Felechu" tomó el relevo de la música y puso ritmo a la tarde, mientras los pequeños, otra vez protagonistas, disfrutaban del espectáculo del grupo de teatro "Tres colores". Para los que todavía tenían fuerzas y soportaron "las cuatro gotas" que cayeron sobre el prao, el dúo "Fusión" les ofreció la romería para acabar la jornada. Las celebraciones finalizan hoy con otro de los actos característicos de las fiestas de Solís, la presentación de los "reyes del water y el bidé", a las 18.00 horas. Aunque ha ido cambiando de manos, ya son veinte años de reinado y durante la verbena de la noche, a cargo de "Vivians", se celebrará un consejo de reyes muy especial.