"El castellano es, hoy día, la lengua más hablada en el continente americano", afirmó ayer Santiago García Granda, rector de la Universidad de Oviedo, durante la apertura de los campus de aprendizaje de castellano para extranjeros. Precisamente, esta iniciativa, organizada por la Casa de las Lenguas, atrae en esta edición a un buen número de estudiantes estadounidenses, quienes vienen con la expectativa de mejorar su dominio del castellano, "algo fundamental para obtener un buen puesto de trabajo en Norteamérica y así poder ayudar al mayor número de personas posible", comenta Mitchell Gore, estudiante de medicina.
Provenientes en su mayoría de Oregón, los jóvenes universitarios se mostraban entusiasmados ante la perspectiva de un mes de julio de inmersión en la cultura española. "Es muy importante ampliar los horizontes, conocer gente nueva. Tenemos que entender que vivimos en un mundo global y en cada lugar se enfrentan situaciones distintas", explica Chloe Pasckhi, estudiante de filología castellana. El vicerrector e investigador de la Universidad de Oviedo, Francisco José Borge, subraya "la importancia de experimentar la vida, algo que se consigue conviviendo con otras culturas".
Para conseguir esta integración de los estudiantes, la actividad docente se compaginará con otras tareas que les permitan conocer la cultura española, y por supuesto, la asturiana. "Vivirán con familias de aquí y, además, los llevaremos de excursión los fines de semana, visitaremos los Lagos de Covadonga, León y las Cuevas de Altamira", relata María Martínez-Cachero, subdirectora del área de español como lengua extranjera de la Casa de las Lenguas.
Martínez-Cachero insiste en destacar la importancia de la convivencia como parte de la experiencia. "Las clases son intensivas, de unas cuatro o cinco horas todas las mañanas. De esta manera, tendrán la tarde a disponible para explorar libremente la ciudad. Además, habrá una espicha de bienvenida con la comida típica, una banda de gaitas y danzas regionales", añade la profesora.
En este panorama de integración cultural, los estudiantes destacan la posibilidad de satisfacer algunas de sus curiosidades. "Me encanta la arquitectura, y aquí en España hay una variedad que no tenemos en Estados Unidos", señala Chloe Pasckhi.
"España me ha sorprendido mucho, nunca había estado en Europa, y lo cierto es que los españoles son gente muy hospitalaria, creo que la estancia en Oviedo será una experiencia maravillosa; siempre había soñado con estudiar en el extranjero y por fin puedo cumplirlo", sentencia Mitchell Gore.
