El barco de Fernando de Magallanes pasó a la historia de la navegación por ser el primero en dar la vuelta al mundo, entre los años 1519 y 1522. Desde ayer, puede visitarse una réplica en la dársena de San Agustín, frente al Centro Niemeyer. Construida en 1992, logró emular la hazaña de su antecesora entre 2004 y 2006. "Es alucinante", aseguraban Alejandro Hurtado y Dolores Pozo, una pareja residente en Alcalá de Henares con raíces avilesinas, que se acercaron a admirar la nao "Victoria" a pesar de la mañana tormentosa.

Por la tarde, el regreso del sol animó a decenas de curiosos a sacarse fotos en la pasarela de acceso a cubierta. "Me ha encantado, no me imaginaba cómo era por dentro. Es muy interesante", coincidían Pablo Iglesias y Jose Antonio Sánchez, dos avilesinos que acudieron con sus familias para disfrutar de la embarcación. "Estuvimos viendo todos los paneles informativos que hay en el interior, explican cómo la nao dio la vuelta al mundo", indicaban Ricardo Sierra y Felicia Prieto, tras volver a poner los pies en tierra firme. Los niños recorrieron la embarcación de proa a popa con la ilusión de los pioneros que se aventuraron en su día a dar la vuelta al mundo.

"Fue una gesta que quedará para la Historia", aseguraba Álvaro Lecaro, responsable de logística de la Fundación Nao Victoria, organizadora de las visitas. "Supuso confirmar que la Tierra era redonda y la existencia de los husos horarios. Conectar las Indias fue el principio de un comercio de especias que duraría tres siglos", señalaba. La nave albergó en su partida a cuarenta personas, que tuvieron que dormir a la intemperie en la cubierta durante los tres años del trayecto. Solo 18 regresaron a Sevilla. La mayoría de los fallecimientos se debieron al escorbuto, los motines y las peleas. "Es una réplica física exacta en diseño y materiales, aunque, en cuanto a la vida a bordo, tenemos literas y dos motores que nos ayudan al atraque y a zarpar. Cambia mucho la vivencia y la supervivencia, no tiene nada que ver con el 1500", explicaba Lecaro. La tripulación de la réplica cuenta con entre 12 y 16 miembros.

Manuel Campa, concejal de Promoción Económica de Avilés, resaltó el valor turístico "fundamental" de la ría y aseguró que el estuario acogerá más actividades a lo largo de todo el verano. "Los chavales tienen que aprender la memoria de lo que fuimos para saber lo que somos ahora", remató.