"Asturias patria querida, Asturias de mis amores, yo te canto por mis cojones. ¡Viva México cabrones!". Fue lo primero que dijeron al público. Pero pudo ser cualquier otra cosa, que el efecto hubiese sido similar: los miles de asistentes que llenaron el recinto para conciertos de Metrópoli ya estaban enloquecidos, con las linternas de los móviles encendidas, antes de que saltasen al escenario. Y rugieron aún más cuando salieron Willy Bárcenas y los suyos. "Taburete", una vez más. "Taburete", un lleno más.

Porque así se podría escribir la historia reciente de este grupo, todo un fenómeno entre la juventud española. Si hay una banda que no tenga problemas para conseguir "bolos" ahora mismo, posiblemente sea "Taburete".

Tras el peculiar saludo asturmexicano de Bárcenas -muy en boga en las últimas semanas por la condena a sus padres, pero él, con fuerza a lo suyo, que es enlazar conciertos- sonaron los acordes, precisamente, de "México DF". Aires de ranchera para empezar.

Y de ahí volaron hasta "Kaiserlsutern". Por cierto, en el escenario no estuvo el componente asturiano de la banda, el batería Manolín Hevia, apodado "Doctor Charas". Precisamente el mismo nombre de la tercera canción que tocaron en Metrópoli. A la cuarta llegó una de su primer disco: "Las últimas flores", con muchas reminiscencias a la canción española. Hasta ocho músicos se sumaron al escenario. Y de ahí se pasaron a la balada con "Ella".

"Taburete" no deja de cosechar en sus directos el éxito labrado con sus discos. Ayer en Metrópoli no faltaron temas tan sonados como "Sirenas". Y sus miles de seguidores, una vez más, los corearon junto a ellos.