Algún día, más pronto que tarde, algunos de ellos ingresarán en la élite mundial del judo y darán lustre al deporte patrio obteniendo medallas en campeonatos de Europa, Mundiales y Juegos Olímpicos. Entre tanto, los doscientos ocho mejores judokas de España con edades comprendidas entre los once y los dieciséis años se han dado cita estos días en la localidad llanisca de Vidiago para poner el broche de oro a una temporada muy intensa en la que muchos de ellos se colgaron varias preseas en pruebas nacionales e internacionales.

La concentración arrancó el pasado domingo y finalizó en la jornada de ayer en medio de un gran ambiente de compañerismo y camaradería. El centro neurálgico estuvo ubicado en el paradisiaco entorno del camping de La Paz, el lugar ideal según los deportistas para entrenar a pleno rendimiento y disfrutar de la playa y del inicio del verano. Todos ellos prometen repetir experiencia el año que viene.

Pendiente de que todo funcionase como un reloj y del bienestar de los jóvenes estuvo durante toda la semana el presidente de la Federación Asturiana de Judo, José Ramón Díaz Maseda, quien no perdía detalle de todo lo que ocurría a su alrededor. La concentración se celebra en Vidiago por tercer año seguido y la intención es que se siga organizando aquí durante muchos más. De Asturias participaron en el campus una treintena de jóvenes.

"Todo esto tiene dos objetivos. El primero y más importante es que los chavales convivan y se relacionen entre ellos. Es también un premio que se les da tras una temporada dura. Aquí, además de entrenar, tienen opción de ir a la playa en su tiempo libre o, por ejemplo, tomar parte en un curso de surf", manifestó Díaz Maseda.

Hasta cinco horas de entrenamiento divididas en sesiones de mañana intercaladas con, por ejemplo, charlas sobre el deporte de alta competición y la alimentación, formaron parte del programa de la concentración.

Sofía Blanco, Lucía García, Lucía González, Lucía Jardón, Sergio Díaz, Manuel Díaz y Andrés Álvarez, del Club Judo Noreña- Berrón, completaban ayer sus últimos entrenamientos y recogían las tiendas de campaña antes de bajar hasta la playa y dar por concluida la estancia con una clase se surf.

"Los que más valoramos de estos días es la convivencia con gente de nuestra edad y de otras partes de España contra los que normalmente competimos. Aquí nos conocemos a fondo y hacemos amistades", señaló Lucía García. El madrileño Pablo Suárez debutó este año en el campamento. Solo tiene palabras positivas para describir lo vivido.

"Está muy bien la variedad de los entrenamientos. Las instalaciones son muy buenas y se come muy bien", dijo. Alexis Aznal, de la localidad de Villalva, destacó "la convivencia y el ambiente", como lo más destacado de la concentración. Los madrileños hicieron también hincapié en lo agradable del clima y la tranquilidad del entorno para sacar el máximo jugo a los entrenamientos.

Desde la vecina comunidad de Cantabria acudió una representación de una docena de judokas encabezada por los técnicos Lucía Gutiérrez y Álvaro Ríos. "La idea de organizar esto es muy interesante. Sirve para subir el nivel de todos los chavales y para salir de la rutina habitual de entrenamientos", afirmó Gutiérrez.

El coordinador de deporte escolar en Asturias, Mario Crespo, y el seleccionador asturiano de judo, Iván Álvarez, sacan conclusiones muy positivas de los cinco días de convivencia en Vidiago con el judo como absoluto protagonista.

"Es muy bueno todo esto para el desarrollo de los chavales, pues pasan unos días con gente diferente", aseguraron.