Los participantes en la Escuela de Verano de Corvera se convirtieron en científicos para celebrar una "Quimifiesta" en el patio del colegio de Las Vegas. "Me imaginaba la química más aburrida, pero lo estoy pasando bien", afirmó Iván Becerril Bermejo, de 12 años, mientras realizaba diferentes experimentos dirigidos por Ana María Fernández, la científica "Quimi". La actividad buscaba, entre otras cosas, que el lenguaje científico no les resulte ajeno a los pequeños. Por eso, la monitora fue soltando algún que otro término oficial dentro de las explicaciones de cada uno de los experimentos que realizaron. "Esto es sal, pero, como somos científicos, llamamos a las cosas por su fórmula química: NaCl", sentenció la científica Quimi, pero enseguida, los niños llevaron el lenguaje a su terreno: "Nacel", repitieron varios de los participantes a la vez. Esto ocurrió durante una prueba de "separación analítica de los pigmentos de la tinta de un rotulador".

Para realizarlo, los pequeños tuvieron que echar agua y "NaCl" en el vaso de precipitación, para que la sal se "fusionara", como dijeron algunos de los pequeños, o más bien para que se "disolviera", como les corrigió Quimi. Con un capilar, el agua iba subiendo a un papel colocado sobre el recipiente, en el que había dibujado un círculo con rotulador. "¿Veis como se va separando en colores según llega el líquido?", preguntó la monitora.

"A mí éste, es el experimento que más me ha divertido", afirmó Andrés Chicón García, de 7 años, que compartía mesa con Alejandro Ortega Fernández, de 10, que es uno de los "repetidores" de la Escuela de Verano. "Se lo voy a enseñar a mis padres cuando llegue a casa. Cada año vamos haciendo experimentos diferentes, es muy divertido", señaló.

Así, parece que la fiesta de la química puede dar pie a que aparezca algún científico entre los participantes, pero lo que ya es seguro es que los niños se lo pasaron en grande descubriendo los secretos de los elementos.