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La lluvia no arruga a los turistas

"Que el tiempo sea tan impredecible es un atractivo más", subrayan Los visitantes de la región

Jesús María Ágata e Isabel Portillo, de Badajoz, con su hijo. DIANA ARANA

"No tenemos miedo al tiempo. Los que venimos a Asturias sabemos a donde venimos". Los turistas que llegan al Principado lo tienen claro: el tiempo impredecible no va a frenar sus planes. La mayoría de los viajeros están de acuerdo en que la lluvia no les priva de hacer nada. "Todo es adaptarse: si llueve, un paraguas y para adelante", explican los visitantes consultados por este periódico en uno de esos días tan típicos de la región, con una mañana de sol espléndido y una tarde nublada en la que acabó lloviendo.

Asturias recibe miles de turistas en verano. Lejos de quejarse del clima cambiante, algunos incluso lo ven como "un atractivo más". Los turistas visitan la región atraídos por su naturaleza, su gastronomía o su historia. "Lo verde que es todo" es el elogio más repetido por los foráneos cuando se les pregunta qué les ha llamado la atención. Ese "verde" necesita de la lluvia y la humedad propia de nuestro clima, que también tienen sus fans. Por ejemplo, Estela García, madrileña, y Elena Conde, conquense, quienes visitan a un amigo de Piedras Blancas (Castrillón). Para ellas, el tiempo es un punto a favor: "Nos gusta que haga frío y este nublado; en Madrid hace un calor horrible", comentan.

El verano más suave se convierte en un punto a favor para el turismo llegado de zonas donde el calor veraniego se hace insoportable. La inestabilidad, las tormentas y los chaparrones repentinos se han convertido en un reclamo para algunos turistas: "Que el tiempo sea tan impredecible es un atractivo más", explica el madrileño Juan Villegas mientras disfruta de una botella de sidra en el bulevar ovetense de Gascona.

En Asturias, lo que puede arrancar como un día de sol puede acabar con una gran tormenta e inundaciones, como las vividas en Oviedo, Gijón o Villaviciosa hace pocos días. En estos casos, los turistas aprovechan la diversidad de opciones que ofrece el Principado: "Siempre hay algo para ver; sólo hay que saber adaptar los planes al tiempo". Todos se muestran de acuerdo: "La gastronomía, los paisajes y la naturaleza compensan el mal tiempo que pueda hacer".

"Un día nos cayó una horrorosa mientras íbamos en el autobús, pero al siguiente hacía más calor que en Sevilla", explican Manoli Ramos e Isidoro Rodríguez, sevillanos de viaje por Asturias. Para ellos, los cambios de tiempo no suponen un problema. "Si llueve, un paraguas y para adelante", indica Manoli Ramos.

Adaptarse al tiempo es la clave, y los turistas que vienen a Asturias lo saben. Como explican José Díaz y Magdalena Lobato, salmantinos de vacaciones con sus hijos, "cuando vienes aquí sabes lo que hay: el tiempo del norte es así". La lluvia no ha frenado los planes de esta familia que ha podido incluso deleitarse de varios días en la playa. Y es que una tormenta no impide disfrutar de Asturias. "No quita de hacer nada", afirman Álvaro Gallego y Rui Da Cunha, llegados desde Madrid.

El fresco de Asturias se ha convertido en un atractivo para muchos turistas del centro y el sur de España, donde las temperaturas en verano pueden ser muy altas. Es lo que enfatizan Julio Pesúa y Milagros Hojas, peruanos residentes en Madrid: "Nos encanta que el tiempo cambie porque hay muchas alternativas para adaptarse", señalan. Y refrendan esta opinión con una experiencia concreta: "El día que más llovió en Oviedo pudimos disfrutar del sol en la playa".

Originario de Sevilla, Octavio Enrique Valls estudió de joven en Oviedo, ciudad que ahora visita una vez más con María Ángeles Pintos en un viaje con más amigos. "Así nos escapamos del calor de Sevilla", proclaman. Algo similar esgrimen Julia y Antonio Martínez, quienes huyen del calor de Murcia. "Si viviéramos aquí, estaríamos todo el día por ahí. En Extremadura, no se puede salir de junio a octubre por el calor, no puedes hacer nada", subrayan Jesús María Ágata e Isabel Portillo, pacenses de viaje con su hijo.

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