Los vecinos de Trasona celebraron ayer al mediodía una comida de indianos en la carpa junto al centro social para homenajear tanto a la inmigración local a América como a los llegados a mitad del siglo pasado atraídos por el desarollo industrial de Avilés. El resultado fue una multitudinaria reunión de personas vestidas rigurosamente de blanco para la ocasión, como manda el canon indiano. Con más de 650 comensales, ninguna comida popular de este tipo de las que se celebra en otras partes de la provincia es capaz de superarla.

La Sociedad de Festejos de Trasona (Sofetra) organizó este almuerzo al aire libre para el que se inscribieron a través de su web más de 600 personas. Y es que en la localidad corverana tienen una vinculación muy profunda con la búsqueda de riquezas allande los mares. "En cada casa de Trasona hubo alguien que emigró", cuenta Bernardo Duarte, uno de los encargados de la organización del evento. Además, explicó el porqué del color blanco impoluto que lucía la gran mayoría de los participantes: "Los inmigrantes que lograban fortuna venían de blanco, con las ropas típicas del calor de Cuba y del Caribe. Era una forma de demostrar que eran pudientes". Por su parte, Pepe Martínez de la Hoz, que acudió desde Tineo, contaba lo muy de cerca que le tocan estas historias de ultramar. "Mi padre marchó a los 13 años a Cuba con unos tíos. No regresó a Asturias hasta los 32 años, para casarse", relató. Además, enumeró las penurias que tenían que atravesar las clases más humildes a la hora de emprender semejante aventura: "Tardaban más de un mes en llegar, viajaban en las bodegas de los barcos y muchos sufrían enfermedades como el tifus".

No obstante, no era necesario viajar hasta América para comprender el crudo significado de la inmigración. "También recordamos a todos los que vinieron para trabajar a Ensidesa. Son como los indianos de ahora, y por eso utilizamos este día para que puedan volver a Trasona y reunirse", aseveró Rosi Rodríguez, también miembro de la sociedad de festejos. "Lo que se quiere consolidar hoy aquí es el tema de los inmigrantes en Asturias, porque no hay sitio donde se junte más gente a comer, y todos vestidos de blanco", manifestó Rafael Alonso, concejal de Festejos del concejo, satisfecho de la gran acogida. "Se ha conseguido que las personas se integren, no solo los indianos, sino aquellos que vinieron a trabajar en los años 50 y 60 a la industria avilesina".

Sofetra consiguió recuperar la fiesta tras 14 años de paréntesis y desde entonces la comida indiana se ha repetido ya cinco veces, con un aumento constante de la participación. Los asistentes acudieron con comida y bebida de casa en una suerte de picnic masivo, en el que disfrutaron de la compañía de amigos y familiares, así como del calor y de un cielo completamente azul. La concurrencia, venida tanto de Corvera como de Avilés y el resto de comarcas anejas, reconocía que lo más frecuente era querer repetir. "Es la tercera vez que venimos", aseguró Ulpiano Fernández, llegado desde Mieres con el resto del grupo "Los Collacios". "Vinimos hace tres años y nos gustó el sistema de reunirse a comer y después la romería de prao. Desde entonces, reservamos una mesa cada año", aseguró. "Traemos tortilla, ensaladilla... y sombreros para el calor", detallaron Rafa y Lorena López, en la que era su primera visita a la carpa: "Es genial que haya tanta gente".