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"Gira OT": una prueba de fuego

Integrantes de la última edición de "Operación Triunfo", durante su actuación en Gijón el pasado domingo. JUAN PLAZA

Fue como ver el programa de televisión, pero rodeado de unas diez mil personas. El plató lo puso el escenario del "Gijón Life", y no faltó ni la sintonía del programa al inicio del concierto. A partir de ahí, los exconcursantes empezaron a desfilar interpretando las versiones que les hicieron famosos en las galas televisivas e incluso algún tema del repertorio de sus incipientes carreras musicales. El parque Hermanos Castro se llenó de pantallas, en el escenario y entre el público, que inmortalizaba el momento con sus teléfonos móviles, y es que, ante todo, este concierto era un espectáculo audiovisual, la tele en vivo y en directo con la música como hilo conductor.

Salieron todos a la vez y en grupo, provocando una catarsis en los espectadores, y como un coro cantaron "I'm still standing". Cada uno tuvo su frase durante la canción, y ahí ya se podían apreciar diferencias notables en el nivel vocal. Era el prolegómeno de lo que se iba a confirmar en las actuaciones en solitario o a dúo, porque las diferencias eran tan evidentes que por momentos parecía que fuera una cuestión de los técnicos de sonido; no es sólo una cuestión de afinación (que en ocasiones también), sino de timbre, de impostación, de presencia, y de selección de repertorio, porque la mayoría de las canciones se amoldaban a su registro, pero algunas estaban claramente por encima de sus posibilidades.

No es lo mismo cantar "Todas las flores" de "Presuntos Implicados", que interpretaron cómodamente Amaia y Ana Guerra en una versión más cercana al musical "La llamada", que atreverse con "Eloise", como hizo Agoney pretendiendo emular a Tino Casal y convirtiendo el tema en una tortura, para el público y para sus cuerdas vocales. Algo parecido sucedió con la versión de "The voice within" (Christina Aguilera) que perpetró Marina, no por mucho gritar va a llegar más alto, aunque pueda servir para cosechar la ovación del respetable.

Lo de Aitana es diferente; afina sin problemas y funciona a la perfección en temas líricos, pero a su voz le falta cuerpo para afrontar con convicción un "Chandelier" de Sia, fue como tirarse a por los agudos sin red, sin el suelo de unos graves que te sostengan, te arropen y te aporten seguridad. Quizás es también cuestión de edad, porque su pareja Cepeda despachó con solvencia "Esta vez", un tema de su primer disco en la línea de Pablo Alborán. También puede ser la complexión, porque Ana Guerra marcó la diferencia con la versión de "Don't You Worry About a Thing" en la senda del rock latino, y las tablas de Miriam con "What about us" estuvieron a la altura. La sorpresa se la llevó Mimi (Lola Índigo), cuando pusieron el tema trapero con el que lanza una carrera que apunta a éxito; es la primera expulsada del programa, pero está mejor posicionada en el panorama musical que muchos de sus compañeros.

Aunque, donde más se aprecia el contraste es en los dúos de Alfred y Amaia. Ser el novio de la ganadora del programa ayuda a adquirir protagonismo, pero te sitúa al lado de la mejor voz el elenco. Alfred pasa serias dificultades para estar a la altura de Amaia, da igual que sea "Tu canción" que el tema de "La, la, land", no llega. Obviamente, Amaia protagonizó el momento de la noche: su versión de "Miedo" (M-Clan); la interpretó al piano, con el público congelado por la emoción y sumido en un silencio estremecedor. Amaia lo tiene: talento, voz, carisma? y, sin duda, es la gran triunfadora de esta prueba de fuego que es la "Gira OT".

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