El desembarco de más de 4.400 turistas supone, sin duda, una buena noticia para el turismo gijonés. Aunque sea en escala de unas horas. Y ese desembarco lo propició ayer "The independence of the seas", el buque de 340 metros de eslora, proveniente de Southampton, Inglaterra, que llevó al centro de la ciudad a todas las familias británicas que lo quisieron. Y fueron muchas, recibidas por el grupo folclórico "El Trebeyu", en una bienvenida digna de Asturias a su llegada al puerto.

Alieu Faal era uno de los cruceristas dispuesto a recorrer Gijón con su mujer y sus dos hijos: "Comeremos aquí si nos da tiempo, ya que a las cinco de la tarde tenemos que volver al crucero", comentaba este inglés en la plaza del Marqués, a la que acababa de llegar en uno de los autobuses lanzadera que acercan a los turistas al casco histórico. "Estamos deseando conocer la ciudad, aunque sea por poco tiempo", apuntaba Faal tras adquirir un mapa con información turística en la carpa que el Ayuntamiento había preparado para esta ocasión.

Los visitantes aprovechan el poco tiempo disponible -apenas siete horas- para conocer el centro de la ciudad. "Hemos estado en la playa de Poniente, pero nos ha gustado más el centro", comentaba Brian King, que se subía al autobús de vuelta a El Musel con un cartón de tabaco bajo el brazo: "Aprovecho para comprárselo a mi hijo. En Inglaterra es el doble de caro", comentaba el británico. Enar Alonso, trabajadora del estanco de la calle Corrida se ha acostumbrado a esta práctica habitual de los turistas británicos: "Es muy común cuando vienen cruceros -apunta mientras un visitante compra varias cajetillas de tabaco-, aunque este año están gastando menos".