El mundial de hockey no ha dejado sólo una medalla en Gijón. A la celebrada presea de María López hay que sumar otras cuatro, y tan celebradas aunque más discretamente que la de la jugadora de la selección española absoluta. Al Real Grupo de Cultura Covadonga han vuelto, medalla al cuello, deportistas laureados -y otros que rozaron el éxito- en la categoría máster en un mundial disputado en Terrasa, Cataluña.

El color asturiano estuvo especialmente presente en la categoría femenina de mayores de 35 años, donde Paloma Rozas, Patricia Domingo y María Sánchez, fueron parte del combinado español que se llevó el bronce del Mundial. En el caso de Paloma Rozas su presencia no pudo ser como jugadora, debido a una lesión ocurrida en octubre, pero tuvo la oportunidad de acudir a la concentración en calidad de médico del equipo, su profesión fuera de los campos. Pese al mazazo de no coger el stick, Rozas acabó "encantada" con la experiencia, y eso que en un principio declinó la invitación "porque me puso un poco triste no poder ir, y a que lo que me apetecía era jugar", destaca la delantera.

El combinado de las féminas consiguió imponerse a Nueva Zelanda en el partido decisivo, y tras empezar perdiendo consiguieron darle la vuelta al marcador en un encuentro donde las oceánicas "salieron muy, muy fuertes", destaca Rozas. Sin embargo, los dos mejores choques de las españolas fueron ante Inglaterra y Australia, cayendo en el primero con un 3-0 debido a "tres errores que se pagaron muy caros", y en el segundo con un empate a cero donde "tiramos un penalti en los últimos dos minutos que se fue fuera por milímetros", rememora Paloma Rozas.

En esos partidos también estuvieron la delantera Patricia Domingo y la portera María Sánchez. Esta última fue nombrada por la federación como "mejor portera del campeonato", junto a la otra guardameta del equipo de mayores de 35 años. Humilde, Sánchez sostiene que "con la defensa que tenemos en el equipo es fácil destacar", además de explicar que su entrenamiento junto a Óscar Palomero tiene mucho que ver con su logro.

El éxito que relatan tiene más mérito si se tiene en cuenta que para encarar el Mundial estas veteranas relatan que llevaron a cabo un "crowdfunding" debido a las pocas ayudas que reciben. Con el apoyo de tres sponsors y la ayuda mediática de deportistas como María López o David Meca, consiguieron superar los 4.000 euros de ingresos que se marcaron como objetivo, recibiendo "una cantidad de mil euros en el último día", explicaron.

Pero en el Grupo no sólo están de enhorabuena las mujeres. Óscar Palomero, portero del combinado de mayores de 45 años, volvió con una medalla de oro bajo el brazo. Un hito para España, que en 2012 en Canterbury había logrado esa misma clasificación por primera vez en su historia. "No es una sorpresa, este año llevábamos un buen equipo, no éramos la selección a batir, pero todos paises nos tenían en cuenta", aclara Palomero.

Un primer puesto logrado frente a Países Bajos donde los españoles vencieron por 2-1 en el marcador. Experiencia mundialista, aunque sin medalla, también la tiene este año Álex Rey, jugador en la categoría de los mayores de 50. Rey lleva cuatro campeonatos internacionales a sus espaldas, un nivel que le permite competir junto a tres jugadores olímpicos, en un equipo en el que "es muy fácil conjuntarse", insiste.

Otro de los representantes gijoneses de categoría mundial, en este caso gijonesa de adopción, fue Sioban Montgomery, una irlandesa con corazón asturiano que estuvo en el equipo de mayores de 50 años, conjunto en el que se unen la experiencia de una antigua oro olímpica en Barcelona '92 como Teresa Motos, y otras jugadoras menos expertas. Un conjunto "especial", tal como lo define Montgomery entre risas.

Que el hockey hierba tiene cancha en Gijón, parece que es un hecho claro. Aunque según opina Óscar Palomero la pena es que se han vivido mejores épocas. Palomero se refiere con pesar a las "generaciones pérdidas", las de deportistas que apuntaban maneras pero a los que les coincidió en el tiempo un importante descenso del número de clubes de hockey en la comunidad. Sin embargo, el portero gijonés cree que su deporte "ha vuelto a remontar", aunque destaca uno de los grandes puntos negros de Asturias: "es una pena que sólo lo haya en Gijón".

Muy positiva, Paloma Rozas prefiere quedarse con el hecho del aumento de chicas jóvenes inscritas en la sección de hockey en el Grupo Covadonga, donde para este curso en categoría infantil se juntarán un total de 36 niñas. "Este deporte está creciendo mucho, y sobre todo el femenino", destaca. Pese a ello, al igual que Palomero, también considera que "a la hora de competir contra otras regiones como Cataluña o Madrid, que tienen un montón de equipos y fichas, lo tenemos difícil". Sin duda el Grupo es fiel a una lucha incansable por reflotar el hockey asturiano, esfuerzo que parece dar sus frutos, y donde desde luego los más pequeños tienen un reflejo en el que mirarse.