La realidad virtual se ha apoderado de la Feria de Muestras. El espacio conmemorativo "Quini y Castro" del pabellón de Gijón se ha convertido, sin duda, en uno de los mayores atractivos del año. Se exponen trofeos y fotografías de los inmortales futbolistas asturianos, pero sin duda esta exposición ha sido eclipsada por el espacio dedicado a la realidad virtual. En él, los jóvenes -y no tan jóvenes- pueden experimentar en un entorno "3D" cómo encarnar a Jesús Castro a través unas gafas "3D", para convertirse, por momentos, en el portero que ha de parar los disparos de Quini. Y se llevan realizados incontables disparos

"Es la primera vez que pruebo la realidad virtual", comenta emocionado Nicolás García, uno de los niños que han esperado la larga cola para probar esta experiencia sportinguista de inmersión digital. "Creo que es lo más atractivo para que los pequeños se diviertan", afirma Jonatan Martín, a quien se acerca su hijo Enol tras haber jugado a un juego similar en el stand de Central Lechera Asturiana, que ofrece una inmersión para otra actividad muy diferente, la ganadería virtual.

Esta es la segunda parada de este joven gijonés, que también participó en el "3D" futbolístico. "Parece que cada año hay más actividades en la Feria para los niños", celebra Jonatan Martín, aunque lamenta las largas colas que se forman en estas atracciones. "A él no le importa", comenta entre risas, señalando a su hijo, que acaba de quitarse las gafas que permiten realizar la actividad.

David y Marina Fernández también han probado a convertirse en "Quini y Castro", aunque destacan la personalización de figuras de Lego que se encuentra disponible en otra zona del ferial. A su madre, Elsa Junquera, le ha sorprendido la exposición del futbolista -a la que los jugadores del Sporting se acercaron en la mañana de ayer- y su "espectacular" réplica de El Molinón, confeccionada también con figuras de juguete. Esta familia, que visita la Feria todos los años, ha quedado "impresionada" también por la exposición sobre el reino asturiano, que conmemora sus 1.300 años de historia en el pabellón de Asturias de la Feria.

La fiebre de la realidad virtual ha llegado a Gijón, y las enormes colas que se forman a diario en el recinto ferial lo corroboran. "Es muy divertido porque lo ves en primera persona y tienes que moverte", comenta Sergio Pena, uno de los niños participantes en otro juego de realidad virtual, esta vez relacionado con la pesca, situado en el stand de Alimerka. "Antes estuve en otro juego así, pero era de escalada", afirma este niño gijonés, al que acompañan sus padres en la divertida tarde. "Haremos de todo menos comprar un coche", comentó entre risas Luis Fernández junto a su familia. Sus hijos, como la mayoría de los más jóvenes asistentes al recinto ferial, también disfrutaron de este tipo de diversión.

Pero en estas actividades cabe hasta la solidaridad, y eso pretende visibilizar el proyecto "Asturias, paraíso del deporte", que también se ha apuntado al mundo de los videojuegos con una actividad de tenis virtual. El objetivo consiste en recaudar fondos con el fin de mejorar las condiciones de niños con discapacidad física en sus clases deportivas escolares. "Así, damos visibilidad al deporte, en la medida que podemos, y animamos a la gente a colaborar con esta causa benéfica", apunta Eva Rodríguez, de la Facultad Padre Ossó, entidad organizadora de este evento que, además, como reclamo, sorteará entre los participantes una raqueta y la equipación de Pablo Carreño, el tenista profesional asturiano, que ha donado el material con fines solidarios.

La Feria, entre el comercio, la gastronomía y tradición asturiana, ha quedado eclipsada, para los más jóvenes, por el mundo digital. Y para quien eche en falta algo, también puede ir al pabellón de Oviedo y requemar virtualmente un arroz con leche.