Reinventarse o morir. Es el lema de los gestores culturales y de festejos de toda España este verano para mantener la actividad en el calendario de eventos. Y Oviedo, la capital asturiana, no va a ser menos. Todo lo contrario. Su fórmula: echarse a la calle, sacar a los ovetenses de sus casas, a los turistas de los hoteles, y llevarlos a las plazas y rincones de la ciudad a disfrutar de la música, el baile, el cine y el teatro.

En julio y agosto se podrá disfrutar de la proyección de 40 películas en distintas zonas de la ciudad, de La Corredoria a la plaza de la Catedral, dentro del ciclo "Cine a la luz de la luna". La rutina cultural ovetense llegará en septiembre con la temporada de Ópera. Pero hay más: están programados cerca de 40 conciertos al aire libre durante julio y agosto. Pop y rock no faltarán para animar el estío ovetense.