Apenas pasan unos pocos segundos de las diez y media de la noche cuando la salida de Ismael Serrano a las tablas de El Bibio es respondida por el público de Gijón con la primera ovación de la noche. Con luz tenue, el incombustible cantautor, el de finales de los noventa, aquel que durante la cuarentena impulsó junto a otros artistas conciertos por redes sociales, se reencontró con el público. Afinó la guitarra y arrancó el show con la canción "No estarás sola". Fue el primer tema de una noche, la de ayer, que disfrutaron los fieles del madrileño casi tanto como él mismo porque era su primer concierto tras el confinamiento.
Cuando Serrano no canta, habla. Y ayer, no solo charló. Dialogó y tranquilizó. En un ambiente íntimo, la primera vez que se dirigió a las casi 800 personas que se citaron en la plaza de toros dijo: "Aquí estamos, que no es poco. Gracias por acompañarnos en un concierto tan especial. Todo esto pasará", aseguró el artista en una clara referencia al virus. La siguiente canción tras ese breve discurso fue "Sucede que a veces". Fue la segunda del repertorio de anoche, pero de la primeras en la que el público gijonés sumó su voz a la del artista. Y es que el ambiente íntimo de la noche, favorecía la complicidad entre Ismael Serrano y el público.
Serrano, entre los más brillantes cantautores de su generación, continuó el espectáculo en una nueva noche del festival Metrópoli con el bolero titulado "Contigo aprendí". Y se atrevió a versionar a algunos exponentes de su género que le precedieron en el tiempo como Serrat. Tocó del catalán "Esos locos bajitos". Y así poco a poco fueron pasando los minutos de una noche en la que el madrileño repasó gran parte de su repertorio y aprovechó para salir de su particular confinamiento.
