Luis Vallejo (Madrid, 1954) pasará a la historia del paisajismo nacional como el introductor de los bonsáis en España. A él se debe la afición que cultivó durante sus años en la Moncloa el ex presidente del Gobierno Felipe González. En estos momentos Vallejo es noticia porque ultima los jardines del hotel Ryad Mansour, de Marrakech (Marruecos), propiedad de la familia real del país alauita, con un lujo que supera las cinco estrellas convencionales.

El Mansour ha sido recientemente reformado, utilizando colores tradicionales marroquíes y una original mezcla de arte y muebles marroquíes y europeos. En el proyecto no hay bonsáis, pero sí muchas palmeras y especies autóctonas. Uno de los rasgos de Vallejo es que no se deja llevar por las modas y siempre adapta sus proyectos a las posibilidades de cada espacio.

El idilio de Vallejo con la jardinería japonesa comenzó cuando, siendo aún niño, su padre, el viverista Francisco Vallejo, otro adelantado a su tiempo, trajo de los Estados Unidos un libro sobre bonsáis.

El propio emperador Akihito le ha concedido la Orden del Sol Naciente, distinción que le fue impuesta en la Embajada de Japón en Madrid, en una ceremonia a la que no faltó su buen amigo y discípulo Felipe González.

Vallejo ha colaborado con conocidos arquitectos como Luis Fernández Inglada, Rafael de la Hoz e Ignacio Vicens. El paisajista madrileño también ha diseñado los espacios exteriores de los hospitales de la comunidad de Madrid, así como los de Burgos y Valladolid. Actualmente es conservador de la colección de bonsáis del Real Jardín Botánico de Madrid, donada por González, y de los museos dedicados a los árboles en miniatura de Parla y Alcobendas. Aún tiene pendiente realizar trabajos en Asturias, aunque sí ha hecho cosas para algún asturiano, fuera de la región.

La corbata, siempre a mano

Por lo general, las corbatas se colocan todas juntas y cuesta distinguir unas de otras; en definitiva, un mareo constante. Los nuevos corbateros eléctricos son una solución más que práctica para ordenar en el armario el complemento estrella del vestuario masculino. El de la imagen tiene capacidad para 70 corbatas y su precio es de unos 30 euros. La comodidad bien los vale.

Bocadillos con envoltorio de lujo

La nueva funda para bocadillos de Lékué, fabricada al cien por cien con silicona, además de ser una propuesta más ecológica que los materiales de un solo uso, como el papel de aluminio y plástico, ahorra tiempo a la hora de preparar el bocadillo destinado al almuerzo, merienda o cena. Gracias a su gran flexibilidad y elasticidad, la funda guarda y protege el sandwich en un periquete gracias a los diferentes tamaños que se nos presenta: 10, 17 y 22 centímetros. Pueden limpiarse en el lavavajillas y colocarse en el microondas y en el congelador. Permiten escribir con un bolígrafo el tipo de producto que lleva en su interior y el nombre del destinatario. La más pequeña cuesta 8,50 euros.