Iñaki Miramón (Bilbao, 1957), cuenta con una larga trayectoria en cine, teatro y televisión -conocido en series como "Amar es para siempre", "Con el culo al aire" o "Gim Tony"-, llega mañana al teatro Jovellanos a las 20.30 horas con la obra Héroes junto a Luis Varela y Juan Gea. Cuentan la historia de tres veteranos de guerra, que son Henri, con una pierna lisiada; Gustave, que sufre de agorafobia; y Philippe, que sufre desmayos ocasionados por un pedazo de metralla alojado en su cerebro.
- ¿Cómo tres veteranos de guerra tan demacrados se plantean una fuga del hospital militar?
-Más que planteárselo es porque es su modo de vida, levantarse cada día, luchar y mirar hacia delante. Es una huida entre comillas, porque hasta cierto punto no se les puede tomar muy en serio.
- ¿Con qué momento de la obra se queda?
-Hay unos cuantos interesantes. Pero me quedo con el final, porque tiene un punto de poesía que trasciende más allá de la realidad. Y es algo potente por lo que se va viviendo durante toda la función, que tiene momentos muy cómicos, desde un planteamiento muy loco, pero con momentos muy cercanos.
- ¿Cómo consiguen dar este toque de comedia a tres personajes que se encuentran próximos a la muerte?
-Ese es un poco el acierto de la función, que se toca un tema que desde fuera puede parece un poco tristón. Pero se busca un toque de comedia para poder digerir ese tipo de cosas, plantearlas y disfrutarlas. Esa situación complicada que vivimos los tres, al ser personajes entrañables, el público se lo pasa bien, ríe y se emociona.
- ¿Por qué en España gustan tanto las comedias?
-La gente es cierto que le gusta desconectar y reírse, porque es una manera desengrasan la crudeza. Pero al público le gusta mucho también la acción y el misterio.
- Aunque su trayectoria ha estado ligada al cine, recientemente se ha dejado ver más por las series de televisión y el teatro, ¿es algo a lo que se ven obligados los actores con el paso de los años o es más por decisión propia?
-La profesión te va llevando de un lado a otro. Es muy difícil poder elegir lo que quieres en cada momento. La vida te va dando oportunidades y tu decides si te atreves o no. Al principio empecé en el cine, pero lo que hecho toda la vida es teatro, que es de lo que siempre he vivido, y lo agradezco mogollón. El teatro es lo que me apasiona por su contacto con el público. La televisión siempre he tenido incursiones esporádicas.
- De su extensa trayectoria, ¿con qué trabajo se queda?
-Quizás elegiría "Una pareja singular", que interpreté con Amparo Larrañaga, en el que ambos hacíamos de matrimonio Curie.
- Es un apasionado de la escultura, y tiene también exposiciones, ¿le apetece en algún momento dejar de ser actor y dedicarse a la escultura íntegramente?
-Es un mundo mucho más complicado que el nuestro. Para vivir de ella tienes que trabajar mucho. Tengo mi vida resuelta en mi trabajo como actor, pero no quiere decir que si me saliese una oportunidad en la escultura no la fuese a aprovechar.
- ¿Qué echa en falta de los jóvenes actores a los de su generación?
-Antes éramos menos y ahora vienen muy preparados, porque los jóvenes bailan, cantan y actúan fenomenalmente. Por decir algo, igual si que había más poesía en nuestra época que en la actualidad. Lo que no negaré es el ingenio y creatividad de los más jóvenes, pero tanto en la parte de los actores, como en la de los directores, creadores o escritores.
