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2018, año de premios para El Gaitero

2018, año de premios para El Gaitero

Ciento veintiocho años de impecable trayectoria avalan el buen hacer del Grupo El Gaitero, que goza de reconocimiento mundial.

La clave del éxito de esta empresa familiar reside en su magistral forma de aunar tradición y modernidad, manteniendo su historia en la memoria, pero sin dejar de mirar al futuro. A esto se suma su capacidad para escuchar al consumidor y definir sus preferencias para así sorprenderle, año tras año, con productos que se adaptan a sus gustos.

Eso sí, sin perder nunca ni un ápice de su alma, esa que junto con el esfuerzo, el trabajo y el cariño en cada cosa que hacen les ha hecho situarse en lo más alto de un sector cada día más en auge y con más competencia. Por eso, fruto de su constante investigación, a sus sidras tradicionales se van uniendo otras innovadoras que se adaptan a las tendencias actuales del mercado.

A lo largo de su existencia son numerosos los premios que les han sido otorgados, pero, sin duda, este año -o lo que va de él- está siendo realmente fructífero ya que el Grupo El Gaitero no ha parado de cosechar éxitos.

Y es que, en tan sólo seis meses, algunas de sus sidras más emblemáticas -y otras más novedosas pero que también están llamadas a convertirse en santo y seña de la casa- han sido premiadas en EE UU, donde la totalidad de sus sidras presentadas fueron distinguidas con distintas medallas; Inglaterra y, por supuesto, en Asturias, donde el reconocimiento es más emotivo si cabe.

Sidras premiadas en 2018

- Pomarina Natural Filtrada (Sidra Institucional). Más avanzada técnicamente que la sidra tradicional, permite su consumo y máxima expresión sin escanciar. A grandes rasgos, podría decirse que equivaldría a un vino blanco tranquilo pero hecho con manzana. Las carnes suaves, los embutidos, las pastas, los pescados, los mariscos, las verduras o los quesos son el acompañamiento ideal.

- Pomarina Natural Espumosa (Sidra Institucional). Moderna y sofisticada, cuenta con un carbónico natural -de ahí que no se denomine simplemente espumosa- debido a la segunda fermentación. Esta sidra extra brut armoniza de forma excelente con entremeses, ahumados, embutidos, foie, pescados a la plancha, mariscos y quesos suaves. Y, al igual que su "hermana", marida a la perfección con un buen plato de sushi.

- El Gaitero Natural. Elaborada a partir de la mezcla de manzanas típicamente asturianas, el resultado es una sidra natural de alta graduación, seca y que conserva una aguja natural. Se disfruta sin escanciar, en copa de vino, y es una opción perfecta, por ejemplo, para un aperitivo, pero también para acompañar una comida ligera, mariscos o pescados.

- Valle, Ballina y Fernández. Es una sidra brut nature elaborada mediante segunda fermentación en botella, como se hace en cavas o champagnes.

Mezcla de variedades de manzana de la D.O.P. Sidra de Asturias, va genial con jamón ibérico, ensaladas con frutas, aves y carnes blancas, arroces, mariscos, pescados azules, quesos, y postres donde se realzan sus notas golosas. Sin duda, el final perfecto para una noche de verano.

- El Gaitero Extra. No hay duda de que se trata de una de las sidras más emblemáticas de la firma. Está elaborada por métodos tradicionales, con mezcla de manzanas típicamente asturianas que han sido elegidas por su riqueza aromática. El resultado es una sidra dulce, al contrario que las anteriores, y magnífica compañera para los postres.

- Tercio El Gaitero. Un producto nuevo por fuera y también por dentro, ya que no sólo su formato es novedoso, sino que su interior contiene una sidra que han creado pensando, especialmente, en los gustos actuales.

Está ideada para disfrutarla en copa de balón, con mucho hielo y una rodaja de manzana que potencie sus más tentadores matices. Algo así como si fuera un gin-tonic, tan fresco y chic, pero de manzana y con tan sólo 5,5º. Aquellos que lo prefieran, pueden tomarla de una manera más casual: directamente de la cómoda botella, más pequeña que los envases habituales.

- Red Grape. Contiene la misma sidra que el Tercio pero, en este caso, está mezclada en proporciones clave con mosto de uva tempranillo que, además de otorgarle su sugerente color rojo, rebaja la graduación alcohólica, tan sólo 4º.

Su sabor dulce y a la vez fresco, unido a la atractiva tonalidad y al formato en el que se presenta -un original botellín-, se alían como una triada mágica para llevarla a convertirse en una de las estrellas de la temporada, magnífica tanto para disfrutarla sola como para acompañar las mejores propuestas gastronómicas.

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