La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sopa de letras

Las recetas de la madre de Scorsese

"Italoamericanos", recuerdos y comida de Little Italy

Las recetas de la madre de Scorsese

En las películas de Martin Scorsese se cocina y se come. La madre del director de cine italoamericano que hoy recibe el Premio Princesa de las Artes en el Campoamor, además de inspirarle y guiar sus pasos por la vida, como lo hacen las buenas matriarcas sicilianas, sabía cocinar. Cuando Catherine Scorsese murió en 1997 tenía 84 años, dejaba atrás una familia rendida a su bondad y a sus guisos, una carrera cinematográfica de breves pero entrañables apariciones en las películas de su hijo, y un libro de recetas italoamericanas que reúne culinaria y recuerdos de un tiempo ya desaparecido. Cuando fue publicado por Random House, un mes antes de su muerte, los trazos de la memoria de Catherine estaban borrados: tenía el mal de Alzheimer. Se había olvidado hasta de los ingredientes de la minestrone.

Italoamericanos (Confluencias, 2014) es el libro de cocina de la familia Socorsese. Busque donde busque, no encontrará un breviario tan bien organizado sobre la cocina siciliana de los hijos de la inmigración. En él figuran las viejas recetas de la abuela, sopas ineludibles como la citada minestrone o la pasta e fagioli; platos que tienen al Mezzogiorno de inspiración como el cavatelli con brócoli, la lasaña con carne, el panelle, la pasta putensa o putanesca y esa salsa de tomate de carne que cualquier italoamericano sólo sabría definir en singular por lo apegada que suele estar a la cocina familiar. Una salsa con tomate que en Estados Unidos no recibe las denominaciones locales de la madre patria, que cada uno recuerda a su manera y si tiene que nombrarla elige la palabra inglesa gravy, que no la reivindica como debido.

El libro de cocina de la familia Scorsese es algo muchísimo más delicado: trata de la pequeña historia doméstica de Catherine, la madre, y de Charles, el padre del famoso director de cine, que también intervino en algunas de sus películas; de la carnicera Mary Albanese; de Little Italy, de la calle Elizabeth; de Mulberry, donde vivían los napolitanos; de las celebraciones de San José y de Santa Lucía; de la caponata, de la pizza única y verdadera; de los orígenes, de Polizzi Generosa, y de algunas curiosidades que tienen que ver con la pronunciación siciliana. Por él me enteré en su día, después de varios viajes a Sicilia sin caer en ello, que los nativos dice rigotta en vez de ricota para referirse al queso blanco y cremoso que tan bien acompaña a los tortellini y a la salvia.

Compartir el artículo

stats