¿Quién dijo que la ropa de esquí tenía que ser aburrida y convencional? A tenor de las colecciones que aparecen por todas partes da la impresión de que las pistas se convertirán en pasarelas donde la actividad deportiva de alto nivel se complementará a la perfección con una estética adecuada a las circunstancias.
Un casco de esquí tiene la misión clara de proteger, y nadie lo discute, pero esa función adquiere un nuevo realce con el casco de esquí de terciopelo y cuero con el logotipo de Fendi, que ya tiene lista de espera.
Los guantes técnicos son apetecibles de la firma romana para llevar a diario, y lo mismo ocurre con la bufanda acolchada de piel de oveja con una piel de visón en forma de corazón.
Entre las firmas de moda barata, este año el primer puesto es para Oysho, que arrasa con una colección de la que apetece absolutamente todo. Nuestra elección son los botines de après-ski con corte de nailon e interior de pelito y cierre trasero de stopper. El forro de pelo es extraíble. También tienen lámina aislante entre la suela y la planta que no permite la entrada del frío, y el tejido es resistente a las salpicaduras.
En la misma línea está la cinta de pelo sintético para proteger la cabeza, totalmente ecológica. Las chaquetas y anoraks están realizados con un tejido especial que permite mantener el calor corporal con la ventaja de que no absorben la humedad.
Los trajes de snowboard, con una o dos piezas, están diseñados con siluetas cómodas. Los creativos han optado por un divertido adorno pop de corazones estampado en las prendas de esquí más ajustadas.
Eso sí, el blanco y el negro serán los tonos estrella, junto a otros como el verde caza y el rosa palo.
