Llevar unos cascos a mano puede salvarte en muchas ocasiones. Un viaje en transporte público, un paseo a solas, una reunión en un sitio público, etc. Se han convertido en un aliado en el día a día y a veces no contar con ellos llega a resultar molesto. El mercado está lleno de muchos tipos de todas las calidades según las necesidades de cada uno. Hay quien los prefiere de diadema y que cubran toda la oreja, y otros que prefieren unos más discretos. Los últimos años se han popularizado además los cascos bluetooth que no requieren de cables que evitan problemas como un cable o una clavija rotos, aunque también suelen dar sus problemas.

En cambio, encontrar unos de la forma perfecta para cada usuario es más complicado. Puede ocurrir que pierdas tus cascos favoritos y te hagas con otros similares que, sin embargo, te resulten incómodos. Si bien en muchas ocasiones es sencillo buscar una solución al problema, en otras lo más conveniente es cambiar de auriculares. Si, por ejemplo, te generan picor en el pelo o las orejas, lo más seguro es que se deba a una reacción alérgica debido a la mala calidad de los materiales con los que han sido fabricados.

Aquí tienes alguna solución para los problemas más habituales sin necesidad de hacer un gran desembolso en otro par nuevo de cascos:

Cambia las almohadillas: los auriculares de diadema contribuyen a un mayor aislamiento del ruido exterior. Sin embargo, sus almohadillas pueden llegar a dar mucho calor. Lo más fácil en este caso es hacerse con otras en Internet de un material como el terciopelo, que facilitará la transpiración. Ocurre lo mismo cuando este tipo de cascos aprieten demasiado la cabeza y causan dolor.

Amplía el tamaño de las almohadillas: puede ocurrir que la almohadilla sea demasiado pequeña para las orejas. En este caso, compra otra almohadilla, corta un trozo y métela dentro de la almohadilla original. Esto hará que se de un poco de sí y aumente el tamaño.

Ponte los auriculares de manera correcta: puede parecer una tontería, pero a menudo el problema es simplemente que nos estamos colocando mal los cascos. Algunos están diseñados de tal forma que se amolden mejor a uno de los dos oídos, por eso hay que estar pendiente de la marca: L para la izquierda y R para la derecha.

Usa unas gomas de distinto tamaño: los auriculares “in-ear” suelen traer otras gomas además de las originales. No las tires. Si te molesta el casco porque se cae o, por el contrario, te hace daño al llevarlos durante un rato, prueba a cambiarlas por unas más grandes o más pequeñas.