Cómo hacer tu propio detergente casero, la solución para que la ropa te dure más

De todas las tareas del hogar, lavar la ropa se puede convertir en la que más pereza da. Con el ritmo frenético de los días entre semana, los findes se suelen convertir en una sucesión de planes para disfrutar, horas muertas de descanso y momentos en los que volver a ordenar la casa. Mucha gente aprovecha este momento para hacer la colada, pero siempre surge un gran problema.

Normalmente, las prendas se agrupan por estilos o colores. No se puede lavar algo blanco con algo de color, o lo de material sintético con lo de lana. Lo que, en un principio puede parecer que se soluciona en dos lavados, acaba siendo toda una odisea de lavadoras. Otro de los inconvenientes no es provocado por la ropa, sino por el detergente.

Hoja de laurel en la lavadora, la tendencia que ya hacían las abuelas para mejorar el color de la ropa

Que si para prendas suaves, de color, blancas, delicadas... Al final nunca se sabe si se está haciendo buen uso o no y eso acaba siendo la lavadora de Schrödinger, hasta que no se abre la puerta del tambor no se descubre si la ropa está bien o no.

Para evitar tener que comprar varios detergentes, a los que hay que sumar el suavizante, hay una alternativa más barata y que evita los detergentes industriales. De forma casera se puede hacer un jabón para ropa que da muy buenos resultados.

Ingredientes del detergente casero

Los ingredientes que se necesitan son los siguientes: 50 gramos de virutas de jabón de Marsella, un litro de agua, dos cucharadas de bicarbonato de sodio y una o dos cucharadas de cristales de soda. Si se quiere conseguir, además de que limpie, que de un buen olor, se le pueden añadir diez gotas de aceites esenciales.

El primer paso es coger el litro de agua y hervirlo en una olla. Después se añaden las virutas de jabón de Marsella y se dejan derretir removiendo sin parar el agua. Una vez se funda el jabón, se retira del fuego, se deja enfriar un poco y se le añade el bicarbonato sódico, los cristales de soda y el aceite esencial. Llegados a este punto ya se puede envasar la mezcla.

Lo más aconsejable es meterla en una botella y mezclar todos sus ingredientes para que se integren. De esta forma se consigue tener un detergente natural y que no ataca a la ropa con aditivos o elementos que puedan dañarla.