La Restinga / Oviedo,

Agencias / L. M. S.

El Príncipe de Asturias celebró ayer su 44 cumpleaños sobre el volcán, y conoció de primera mano cómo han vivido los vecinos de La Restinga, en la isla canaria de El Hierro, una erupción submarina que, con sus altos y bajos, dura ya tres meses. Hubo tiempo para recibir lecciones de vulcanología, pero también para que los habitantes de este pueblo pesquero le cantaran hasta tres veces el «Cumpleaños feliz» al heredero de la Corona.

No fue el único regalo que don Felipe recibió en La Restinga: los alumnos del colegio del pueblo le obsequiaron a él y a doña Letizia con un cuento, escrito por ellos mismos, en el que narran sus vivencias durante estos tres complicados meses, con un volcán submarino a dos kilómetros de sus casas y un par de desalojos ya en su haber.

Los Príncipes de Asturias llegaron al mediodía a La Restinga en helicóptero, acompañados por el presidente autonómico, Paulino Rivero; el ministro de Industria, Energía y Turismo, el canario José Manuel Soria, y la delegada del Gobierno en el archipiélago, María del Carmen Hernández Bento.

El presidente del Cabildo herreño, Alpidio Armas, y los alcaldes de los tres municipios de la isla (Valverde, Frontera y El Pinar) recibieron a los Príncipes, que hicieron su primera parada en la Punta de Arenas Blancas, una zona donde puede observarse el rastro del volcán sobre la superficie del Mar de las Calmas y en la que ayer se percibía el burbujeo, aunque la mancha ocasionada por los gases expulsados por el volcán aparecía muy diluida.

Tras recibir una rápida clase de vulcanología de labios de los técnicos del Instituto Geográfico Nacional Carmen López y Jesús Gómez, don Felipe y doña Letizia se trasladaron hasta el núcleo de La Restinga, donde les esperaban numerosos vecinos, entre ellos Herminia González, que a sus casi 102 años es la persona de más edad que ha sido evacuada del pueblo por la crisis sismovolcánica.

Fue en las calles de la población donde el heredero de la Corona escuchó el «Cumpleaños feliz» y donde, un poco más tarde, le hicieron su regalo los escolares.

Hubo también folclore -un tango herreño- y más vulcanología: en la sala de exposiciones del Mar de las Calmas, la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, les mostró las famosas «restingolitas», como llaman los herreños a los fragmentos de lava que expulsa el volcán.

Más tarde, durante una recepción en el Cabildo de El Hierro, don Felipe trató de infundir ánimos a los habitantes de la isla. «Sabemos que la naturaleza puede depararnos enormes retos que ponen a prueba la capacidad del ser humano, pero también sabemos de vuestra voluntad y capacidad para salir adelante y superar este revés», les dijo.

Don Felipe subrayó que La Restinga «no está sola» en este esfuerzo. Y, como ejemplo del espíritu emprendedor de los herreños, puso el proyecto de la central hidroeólica de Gorona de Viento, que convertirá a El Hierro en la primera isla del mundo cuya demanda energética será plenamente satisfecha a través del uso de energías renovables.