Viviana y María Fernández (Villalba, Lugo, 1980) llevan la moda en la sangre. Sus abuelos paternos abrieron tiendas de calzado multimarca en esta localidad hace muchos años, y sus padres continuaron con ellas. Pero lo que no se podían imaginar estas mellizas es que sería su generación, la tercera de la familia, la que conquistaría con sus diseños propios a la mismísima Reina de España.
En julio de 2014, doña Letizia realizó una búsqueda por internet y después de mirar toda la colección de bolsos en una página, encargó dos carteras de mano. No era la página de una firma de lujo, ni eran dos piezas carísimas. Se trataba de dos clutch diseñados por estas mellizas gallegas bajo su firma Lolita Blu. Pero, a pesar de la repercusión de la compra "real", no era la primera clienta vip que tenían. "La primera fue Malena Costa, y no nos lo esperábamos para nada", asegura a LA NUEVA ESPAÑA Viviana Fernández, la creadora de la idea.
Pero aunque parece que desde la cuna estas jóvenes gallegas estaban predestinadas a dedicarse al mundo del zapato, su camino no fue en línea recta. María estudió Fisioterapia, y durante diez años estuvo trabajando en una clínica. Viviana estudió Periodismo y Traducción e Interpretación. "Luego me casé y me fui a Haití porque destinaron a mi marido. Allí trabajé como consultora para Unicef y dando clases a futuros profesores de español". De Haití saltó a Luxemburgo. "Trabajé en el departamento de marketing de una empresa y haciendo un apoyo técnico en la Embajada de España". Y fue allí donde Lolita Blu dio los primeros pasos. "Empecé un máster de marketing digital que acabé en Suiza en 2010, porque también me fui a Suiza detrás de mi marido", cuenta entre risas. El trabajo final de ese máster fue la creación de una empresa de calzado on-line, que recibió la mención de honor de la promoción y que dos años después se haría realidad. "En Suiza no encontraba trabajo, así que decidí irme a Madrid. Y empecé a pensar en poner en marcha la empresa que había ideado. Sabía que era viable y que había un nicho de mercado por explotar". Así Viviana convenció a su hermana para que se asociara con ella en esa nueva aventura. Con una inversión de 20.000 euros, la página web de Lolita Blu se hizo realidad en 2012. "Le pusimos ese nombre porque Lolita nos parecía muy español, y queríamos dejar claro que todos nuestros diseños estaban hechos aquí y con materiales del país, y el Blu aportaba ese toque de vanguardia, fantasía y feminidad".
Viviana asegura que los primeros meses fueron muy duros. "Internet parece muy fácil, pero todos los días mueren empresas digitales. Nosotras lanzamos una línea propia, fabricada en la Comunidad Valenciana, con muy poquitos modelos. Y llenamos el resto de la web con stock de las zapaterías de nuestros padres. Teníamos clientes a cuenta gotas, pero vimos que lo que más funcionaba eran nuestros diseños propios". El éxito residía en que creaban piezas adaptadas a las tendencias de cada temporada pero con materiales de calidad. "Esos zapatos no se encuentran fácilmente a un precio asequible. Los hay en las tiendas "low cost", pero de baja calidad. Y si quieres buenos materiales, el precio se dispara. Por eso teníamos claro que había que bajar los márgenes de beneficio para conseguir precios competitivos y que no se viera afectada la calidad ni el diseño".
Con ese "leitmotiv" empezaron a conquistar al público, a las revistas de moda y a las it girls. "Un día Malena Costa nos sacó en su blog y todo cambió. Muchas cabeceras nos empezaron a recomendar y caras conocidas salían con nuestros zapatos y carteras en sus looks". Entre esas consumidoras vip destaca la Reina. ¿Cómo llegó a ellas? "No podemos dar información de las ventas, pero fue un honor verla con nuestras carteras. Si nos hace ilusión ver a una persona no conocida, imagínese a ella, que tiene esa repercusión y que tiene acceso a cualquier marca. Es la it girl por excelencia, porque no es de las que se compran, ella es la que elige y decide". Letizia compró dos clutch, uno de rafia con cadena y otro con colores neutros. "Me gusta mucho su estilo, es muy versátil. La puedes ver un día con un vestido de alfombra roja y otro con unos vaqueros rotos y va ideal. Me encanta la gente camaleónica, que no se les identifica por la ropa y no se encasillan". A pesar de ser quien es, asegura que la compra no la sorprendió. "Es una mujer que está en el mundo real, que sabe lo que es trabajar y lo que cuestan las cosas. Ha salido muchas veces con firmas 'low cost' y compradas por internet. Yo me la imagino mirando mucho y comparando, como lo hace el resto de nuestras clientas. Es lo mejor de la red, que te permite ver y comparar centenares de productos en minutos".
Ariadne Artiles, Eugenia Silva, blogueras como Dulceida, Lovely Pepa o Honeydressing cayeron rendidas a sus stilettos de colores y formas originales. Y no solo ellas, Lolita Blu vende actualmente una media de 50 pares al día, la mayoría entre España y Portugal. "Nuestro siguiente paso es abrir una tienda física en Madrid y crecer en el resto de Europa e ir aumentando nuestra colección propia y retirar las otras marcas que vendemos en la web". Y lo intentarán con su colección de otoño. "Hay mucho color, botines de tacón en ante rojo, animal print, zapatos masculinos y nuestros stilettos, claro, que son nuestro buque insignia".
