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Marc Vigil entra por la pantalla grande

El director asturiano rueda en Valencia "El silencio del pantano", un "thriller" de "personajes complejos y perversos con el trasfondo del poder"

Marc Vigil, durante el rodaje de "El silencio del pantano".

El cineasta asturiano Marc Vigil (Avilés, 1975) rueda en Valencia "El silencio del pantano", su primer largometraje para la pantalla grande tras una larga y exitosa carrera como realizador de series de televisión como "7 vidas", "Aida", "Águila Roja" o "El ministerio del tiempo". Ahora mismo se emite otra ("Vivir sin permiso", de la que filmó tres episodios, y está "contento de que sea un éxito de audiencia") y el 3 de diciembre vuelve "Vis a vis", en la que se encargó de dos capítulos. Con jornadas de 14 horas de rodaje, algunas en sesión nocturna hasta las 6 de la madrugada, Vigil saca tiempo para atender a LA NUEVA ESPAÑA, que lo nombró "Asturiano del mes" en marzo de 2016. Salta a la línea telefónica una primera evidencia: "Tengo un trancazo desde hace semana y media".

Son ya cinco semanas de trabajo intenso. Cuando se despida de Valencia al final de ésta le esperan otras dos en Navarra. No le pilla desprevenida la complejidad del empeño: "Ya he empalmado varios capítulos seguidos, pero en una película funciona todo de otra manera, no ves el conjunto. De pronto te enfrentas a 170 secuencias y el trabajo es más deslavazado, cuesta coger la perspectiva".

La película es un encargo que nace de una relación laboral de hace años con Zeta Cinema. "Se interesaron por mí y viendo que tenía cierto prestigio como director pero que aún no había hecho cine, me ofrecieron algunos proyectos y me decidí por éste". Un encargo en el que no renuncia a una mirada personal desde el momento en que incorpora a un guionista de "mi confianza" ( Carlos de Pando, "El Ministerio del tiempo", "Velvet") y se coloca "muy cerquita en el desarrollo". Y es que "adaptar una novela implica muchos cambios en la historia, estructurales, de personajes... Son lenguajes diferentes. Fue un proceso muy largo, además hubo problemas de financiación que lo alargaron aún más, y eso te da margen para cambiar más cosas". Una producción en cuyo guión trabajó también Sara Antuña, y que pudo salir adelante con el apoyo de RTVE, TV3 y... Netflix. "Sí, Netflix, y menos mal porque había un atasco brutal en el sector por la falta de ayudas del Instituto de la Cinematografía y de las Artes audiovisuales, lo que paralizó muchos proyectos".

Estamos ante un "thriller" clásico de "asesino con problemas porque acaba destapando una trama de monstruos peores que él. Hay venganza, y también corrupción, pero la historia no gira alrededor de ella como pasa en 'El reino'. A la hora de armar la película debíamos resolver el problema de que en la novela el personaje del asesino no interactúa con nadie, solo habla con dos personas, y siempre me planteaba la posibilidad de encontrar un personaje tipo 'taxi driver', es decir, alguien descolocado que no sabe en que época vive, el odio lo inunda y comete crímenes que luego convierte en novelas".

Cuando escribían el guión ya estaba pensando en Pedro Alonso como protagonista, "le conocía de 'El ministerio' , es un actor muy particular, se involucra mucho y necesitaba ese perfil para hacer particular la historia. A Nacho Fresneda ('El reino'), ya leyendo la novela le decía que tenía un papel de gitano para él, pero que debía engordar 15 kilos. Carmina Barrios ('Carmina o revienta'), que hace de patriarca gitana, tiene el handicap de no contar con una carrera al uso, pero es una mujer carismática con una gran potencia visual, algo que me atrae muchísimo".

Hablemos de estilo. "Es distinto al televisivo, claro, porque cambia el formato, aunque ahora la pequeña pantalla tiende a ser más cinematográfica y, de hecho, 'El ministerio' era como pequeñas películas. Después de 15 años trabajando las cosas salen como te salen a ti, sin imitar a nadie, no sé si eso es un sello personal pero sí tiendo más a lo clásico, a los años 60 y 70. Le pasa a los grandes directores contemporáneos, como David Fincher, que cada vez es más clásico, invisible, como John Huston o Polanski. Al principio tiendes a mover más la cámara, a hacerla un personaje protagonista todo el rato. Ahora la pones al servicio de la historia, sin filigranas".

¿A qué público puede sonarle bien "El silencio del pantano"? , "A gente de 20 a 60 años, es un 'thriller' de suspense con personajes complejos, perversos, arquetipos. Gira alrededor del poder, un tema que está al cabo del día". Y tanto. ¿Se atrevería a rodar algo sobre jueces y sentencias extrañas, por ejemplo? "No se atrevería ningún productor, sospecho, aunque a mí es un tema que me encanta. Mi referente absoluto ahí es Sidney Lumet, ¿recuerdas 'Veredicto final'?"

Quién no. Conoce a profesionales "muy buenos, directores interesante que no sacan adelante sus proyectos, es difícil, la financiación es muy compleja, y una película como ésta necesitó tres años. Por eso lo compatibilizo con la televisión, cuando te ganas la vida con esto es complicado estar en el congelador".

Esta película tiene mucha luz mediterránea. ¿Y Asturias qué, Asturias cuándo? "Ya llegará rodar allí. Hay cosillas". Atentos a sus pantallas.

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