Los Reyes finalizaron el pasado jueves una visita oficial de tres días a Suecia, la primera de unos monarcas españoles a ese país nórdico desde hacía más de cuarenta años. La intensa agenda de Felipe VI y su esposa Letizia incluía encuentros con los expatriados españoles en ese país, una visita al Museo Nobel, cenas de gala, audiencias y recepciones, también asistieron a la entrega en Estocolmo de los primeros premios “ACES-Margarita Salas”, promovidos por científicos españoles. Pese a la breve duración de la visita, la Reina tuvo ocasión de lucir varios modelos, sometidos a un minucioso escrutinio por los analistas de moda, incluido un vestido de gala de la cadena de moda sueca H&M.
Sin embargo, las imágenes más difundidas de la esposa del Rey de España durante esa estancia han acabado siendo las que registran un nimio incidente, que la pone en un pequeño apuro y que ella misma resuelve con celeridad.
En la recepción que los Reyes ofrecieron en la Embajada de España en Suecia en honor de sus anfitriones, los reyes Carlos Gustavo y Silvia, a la Reina se le escapó de la mano su bolso de mano –un “clucht”, para los más entendidos–. De pie, estrechando manos junto a los monarcas escandinavos, se puede ver a Letizia en la grabación de vídeo perdiendo su expresión hierática y girándose. El bolso de la diseñadora Lidia Faro, verde, de piel de serpiente, se le resbala y cae al suelo, abriéndose y desparramando su contenido. Poca cosa, a decir verdad, porque lo que las cámaras pudieron captar fue, simplemente, un teléfono móvil y un lápiz de labios para retocar el maquillaje –en Suecia las mascarillas no son obligatorias y los Reyes no las han usado durante su estancia–.
Letizia reaccionó espontáneamente, con rapidez y agilidad, y ella misma se agachó para recoger sus pertenencias del suelo. En ese momento, la reina Silvia de Suecia también se vuelve, sorprendida, y varias personas, entre ellas cuatro guardaespaldas, se acercan corriendo para tratar ayudar a Letizia. No fue necesario, ella sola salió airosa del apuro, volvió a colocarse junto a la reina Silvia, recobró su porte solemne y continuo con los saludos, ya sin el bolso entre las manos que, para evitar nuevas distracciones, prefirió dejar sobre una mesa, a sus espaldas.
Los bolsos de Lidia Faro están entre los más cotizados entre las celebridades y la alta sociedad nacional e internacional, sobre todo desde que la Reina Letizia los ha puesto de moda. La monarca tiene por lo menos tres modelos diseñados por Faro y recurre a ellos en muchos de sus actos. También han aparecido con ellos personalidades como la diseñadora Carolina Herrera o Virginia Troconis, la esposa de Manuel Díaz El Cordobés. Uno de sus distintivos es el uso de piel de pitón y de cocodrilo, en diversos colores. Los bolsos de Lidia Faro salen de un pequeño taller de Valencia, en el que trabajan solo tres personas que se ocupan de todo el proceso de elaboración, a partir de los dibujos que les envía la diseñadora, y que lo hacen todo a mano.
