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Miguel Marinero cierra con energía “Madrid es moda”

La firma del llanisco de adopción, en manos ya de sus hijos, presenta una línea “optimista, divertida y llena de fuerza”

Propuesta de Miguel Marinero.

La semana de la moda que ha tenido a Madrid en el centro de la diana –con la Mercedes Benz Fashion Week como programa central– se cerró ayer hasta nueva convocatoria. Y para ese día de colofón faltaba la aportación de una firma con entrañas asturianas. La de Miguel Marinero, una casa peletera y de moda cuyo titular, llanisco de adopción, la ha dejado ya en manos de sus hijos Nicolás e Inés, con igual querencia por el oriente astur. “Yo ya soy como ese jarrón chino que luce en sitios estelares, pero al que hay que tratar con cuidado”, decía el veterano modisto hace solo unos días con fina ironía.

Para esta ocasión, los Marinero presentaron en Madrid, en su tienda de Zurbano, en el barrio de Chamberí, una colección reducida pero cuidada, a la que con modestia renunciaban a llamar “desfile”. “Nos hemos ido a otro concepto”, aseguró Inés Marinero, completando las advertencias de su padre: “Ya no están los tiempos para una colección de 80 looks; la vida nos lleva por otros sitios”.

En todo caso, el cuidado aplicado a esas reducidas aportaciones ha sido el mismo con el que siempre ha trabajado la casa. En esta edición explican que han reflexionado sobre el concepto de “fuerza y empoderamiento”. “Vestimos a mujeres con fuerza interior, que no necesitan adornos para mejorar su belleza natural. Porque un vestido es una historia, puede contener bonitos recuerdos, transmitiendo las numerosas historias que cada mujer quiere contar. De esta manera tienen identidad, y son más duraderos y originales”, explican.

Y así se fueron presentando vestidos camiseros con el “sello de MM”, camisas para combinar con elegantes trajes de chaqueta “o simplemente con unos vaqueros”. Se vio cómo los Marinero reinterpretaban piezas icónicas y el público invitado disfrutó de la creación de “una bomber que define la temporada” confeccionada con retales reciclados estilo patchwork. Se aplaudieron bordados en chaquetas y abrigos, flores de piel y porcelana cubriendo mangas y cuellos “como si fueran amuletos”. Y estampados pintados a mano sobre algodón, abstractos y minimalistas, mezclados con lana, cuero y tafetas con brillo. “Seguimos trabajando mano a mano con los artesanos, y experimentamos cada temporada con nuevas tecnologías, como la lana compacta y ecológica, proveniente de ovejas merino de la meseta, que ha sido siempre nuestra apuesta”, puntualizó Miguel Marinero.

Es la suya la propuesta de una temporada “optimista y divertida, con tejidos y colores ligeros que canalizan la energía de la nueva colección”. Firmado por las nuevas generaciones Marinero.

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