Cuando nos miramos en el espejo nos gustaría vernos siempre bellos y radiantes. De hecho, la apariencia puede afectar a la autoestima y hacer que uno se sienta más o menos adecuado. Por desgracia, nuestros sueños de gloria suelen estrellarse contra la dura realidad.

Los defectos estéticos acechan y no siempre esperan al paso de los años para aparecer. Afortunadamente, con remedios naturales podemos suavizar las arrugas, una de las preocupaciones más frecuentes de toda mujer. Les siguen de cerca los ojos de panda.

Para reducir la hinchazón y las ojeras con las que muchos de nosotros vivimos, no podemos confiar en la casualidad. Con tantos productos comerciales que circulan por el mercado hoy en día, ya no sabemos en cuáles confiar. Entonces, ¿por qué no probar un método alternativo?

Con un masaje tonificante muy sencillo, podemos decir adiós de una vez por todas a estas odiadas manchas bajo los ojos.

Ayuda inicial de la naturaleza

Muchas de nosotras confiamos en nuestro inseparable maquillaje para disimular las ojeras. Pero si no tenemos tiempo que perder y buscamos una solución diferente, podemos recurrir a la naturaleza. Para empezar, podemos hacer unas compresas frías para aplicarlas en la zona afectada. Utilicemos bolsas de té, rodajas de pepino o rodajas de patata y guardémoslas en el congelador durante 20 minutos antes de utilizarlas.

Si esto no consigue minimizar el problema, podemos recurrir al gel de aloe. Es un producto natural con propiedades calmantes. Basta con extenderlo sobre las manchas y dejarlo toda la noche.

Reduce la hinchazón y las ojeras con este masaje de 5 minutos en casa

Lo que buscamos para reducir eficazmente las manchas y favorecer la microcirculación podría ser un masaje periocular. En contra de la creencia popular, esto se puede hacer cómodamente en casa en sólo unos minutos. Comenzamos aplicando un poco de presión alrededor de los ojos con la palma de la mano. Con un movimiento controlado, empujamos hacia las sienes.

Continuamos dando golpecitos en la zona con los dedos y luego masajeamos suavemente las sienes con el pulgar. Ahora colocamos el dedo justo debajo de las cejas y aplicamos presión durante varios segundos y varias veces.

A continuación, colocamos el dedo índice en el centro del contorno inferior del ojo, presionando sobre el hueso. A continuación, masajeamos la esquina exterior inferior con el mismo dedo.

Continuamos con el masaje, esta vez utilizando el dedo corazón. Realizamos pequeños movimientos circulares en el borde superior externo, presionando durante varios segundos y realizando el paso varias veces. De forma idéntica, repetimos el procedimiento en las sienes.

En este punto, nos frotamos rápidamente las manos hasta que se calientan por completo. Los usamos para cubrirnos los ojos unos diez segundos, tres veces seguidas. Terminamos con un último masaje repetido en el párpado, con los ojos cerrados.