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La otra cara del covid: crecen los empresarios que están “quemados”

l La patronal FADE crea un consultorio psicológico para directivos con estrés | Los expertos aportan una clave básica: aprender a desconectar

La otra cara del covid: crecen los empresarios que están “quemados”

“Un empresario no es solo responsable de su propio negocio, también lo es de las familias que trabajan para él”. Y esa carga pesa sobre los hombros. Pesa quintales en una situación como la actual, en la que el futuro económico está lleno de sombras. Las palabras de la primera frase son de la psicóloga asturiana Elena Alameda Jackson, quien durante los próximos dos meses atenderá un consultorio virtual para empresarios o directivos que pondrá en marcha de forma gratuita la patronal asturiana FADE, para intentar mitigar el elevado estrés que está detectando entre sus asociados. La psicóloga impartió ayer un taller sobre cómo rebajar esos elevados niveles de tensión, en el que participaron decenas de empresarios. El asunto preocupa y ocupa la mente de los industriales.

El del aumento del estrés de puertas hacia dentro de las empresas es uno de los efectos silenciosos de la poliédrica pandemia del coronavirus. Pero hay claves tanto para detectar cuándo ese malestar empieza a asomar como para conseguir frenarlo.

Puede sonar raro, pero Alameda asegura que una de las pistas de que el estrés está haciendo acto de presencia es que “el cuerpo te pide más alimentos dulces”. Esto tiene una explicación. Sencilla incluso. Ante la amenaza, el cerebro exige más mucha más energía. Es la consecuencia más directa de andar dándole vueltas a todo, lo que en psicología se conoce como el efecto de “rumiación de pensamientos”, y que es otra de las pistas para saber si uno está estresado. Y la mejor forma de echarle gasolina al cerebro –al menos, la más rápida– es a base de dulces. No es el único cambio conductual que trae consigo el estrés. Otro, muy evidente, es que provoca serios problemas de concentración. Quien lo padece es incapaz de centrar su atención en un asunto en concreto porque los pensamientos obsesivos sobre sus problemas se lo impiden. Es casi imposible desconectar. “También hay otros cambios conductuales que pueden conllevar riesgos importantes como, por ejemplo, que se fuma más o que se consume más alcohol”, sostiene Alameda. Un castigo al cuerpo a cambio de tener la mente ocupada y distraída.

El del estrés será uno de los pilares sobre los que se sostendrá el programa de vida saludable que cada año impulsa la patronal FADE. Se trata de una iniciativa que cuenta con el respaldo de las mayores compañías asentadas en la región como Mercadona, Liberbank, Tartiere Auto, Capsa, Cafés Oquendo, Otea, Alsa, EDP, Seresco, Gijón Impulsa, Du Pont, Esipe, Grupo Pic, Take Fruit, Las Caldas Clinic Sport Health and Wellnes, QuoFiness, Isastur, IMOMA o Química del Nalón. Y tiene por objetivo que los empresarios y directivos asturianos adopten cambios en su estilo de vida que acaben repercutiendo en una mejora de su estado físico y, por supuesto, también mental. Este año el tratamiento del estrés tendrá un espacio específico y muy destacado.

Tamara Fernández García, psicóloga especializada en inteligencia emocional y desarrollo personal, asegura que las consultas psicológicas notan desde hace un tiempo que “las personas van tomando conciencia de los beneficios de acudir a un profesional de la psicología para abordar el estrés y las dificultades personales, familiares, sociales y laborales asociadas. Las actuales condiciones consecuencia de la pandemia están afectando a la salud mental, emocional y al equilibrio vital”. Esther Blanco García, directora de la clínica ovetense Persum y especialista en prevención de riesgos laborales, considera que los casos de estrés han aumentado, pero no a nivel pandémico. “La pandemia ha traído un empeoramiento de la salud mental. Si bien es cierto que nosotros nunca hemos comulgado con versiones apocalípticas en términos de ‘pandemia en la salud mental’, hemos de reconocer un aumento de la sintomatología de corte psicológico”.

¿Qué más síntomas ayudan a identificar el estrés? Blanco asegura que “no existe un patrón de respuesta tipo”. Aunque hay una serie de alarmas que sí requieren de una atención psicológica. Blanco apunta que el estrés suele identificarse con “un malestar intenso que cursa con estado de ánimo bajo y deprimido, ganas de llorar o sentimientos de desesperanza continuos, donde además predominan el nerviosismo, la preocupación o la agitación”.

Aunque no hay datos oficiales sobre cómo la pandemia está afectando a empresarios, directivos o trabajadores, el golpe parece que está siendo contundente. Elena Arnaiz Ecker, psicóloga especializada en desarrollo profesional y talento, agrega que “el estrés es la interpretación de la diferencia entre lo que requiero resolver y la creencia que tengo sobre mis capacidades para hacerlo satisfactoriamente”. Y agrega: “Las consecuencias en todas las áreas de nuestra vida de no poder reunirnos, encontrarnos, tener contacto, afecta a nuestra salud emocional y a nuestro contexto laboral. La crisis sanitaria está afectando enormemente a las empresas y negocios, con la consiguiente preocupación y presión para las personas directivas, empresarias y autónomas”.

Hasta aquí los síntomas. Si usted padece estrés laboral, ya ha podido identificar algunas de sus consecuencias. A partir de ahora llega la parte jugosa. ¿Cómo hacer frente al estrés? Los psicólogos asturianos responden. Elena Alameda es una firme defensora de técnicas como el “mindfulness” o, lo que es lo mismo, atención plena para poder rebajar ese malestar psicológico. “Hay veces”, recalca, que nos estresamos porque respiramos mal. Basta con aprender esas técnicas”. Pero hay otras que no basta con eso. Es importante también reestructurar el tiempo de trabajo, desactivar las notificaciones del móvil, racionalizar los horarios y poner en práctica un estilo de vida más saludable. “Lo primero es darse cuenta, tomar conciencia del estado metal y físico en el que nos encontramos, aceptar lo que no tiene posibilidad de cambio y enfocarse en aquello en lo que puedo introducir cambios para mejorar mi estado, bajar el ritmo y velocidad de pensamiento y acciones”, argumenta Tamara Fernández. A lo que Elena Arnaiz agrega que “es positivo realizar actividades que reporten satisfacción: contactar con la naturaleza, cuidar el cuerpo, la alimentación, el sueño, hacer deporte...”. Esther Blanco remata asegurando que “no existen consejos generales, la psicología no tiene la capacidad de ofrecer soluciones generales a casos particulares”.

Sin ánimo de decepcionarles, no existen fórmulas mágicas. Prueben a parar el reloj.

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