Beatriz Arca Barca (1979) es gallega de Santiago de Compostela, donde se licenció en Medicina y Cirugía y cumplió cuatro años de formación como MIR en el Hospital Clínico Universitario. Es también diplomada en Estudios Avanzados y acumula en su currículum dos años de experiencia como especialista en el área de Reumatología en el Hospital de la Costa (Burela, Lugo). En el año 2010 llegó a Asturias, al Hospital Universitario San Agustín de Avilés, donde se ocupa también de los pacientes con patología reumática. Lidera a además la única consulta existente por el momento en la región de reumatología pediátrica de alta resolución; es decir, el mismo día de la consulta en el complejo sanitario avilesino los niños son sometidos a las exploraciones complementarias que precisen para recibir juicio médico. Detrás de este proyecto que se engendró hace una década están Arca y Mireia Arroyo, pediatra. Arca Barca es, pues, una de las voces más autorizadas para hablar de “reúma”.

¿El reuma existe?

El reuma como tal, no existe: existen las enfermedades reumáticas. Coloquialmente la población habla de reuma para referirse a los problema de huesos o articulaciones. Pero la Reumatología es una especialidad amplia, que abarca un extenso abanico de trastornos del sistema musculoesquelético, artritis reumatoide, conectivopatías, vasculitis, espondiloartropatías, reumatismos infantiles, trastornos del metabolismo óseo... y un largo etcétera. Es una especialidad muy amplia y se cita que la Reumatología se ocupa de casi 200 enfermedades, muchas de diagnóstico y manejo complejos.

¿Qué enfermedad reumática es más prevalente de acuerdo a su experiencia en adultos?

La artrosis es la patología articular más prevalente y su frecuencia aumenta con la edad.

Detrás de cada enfermedad reumática suele haber largas bajas laborales. ¿Con mayor prevención se podrían prevenir muchas enfermedades reumáticas?

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades reumáticas constituyen la primera causa de incapacidad física en el mundo desarrollado y provocan un gasto sanitario considerable. Suponen alrededor del 15% de las consultas de Atención Primaria. Los factores que pueden facilitar la aparición o empeorar la evolución de muchas de las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas más frecuentes están relacionados con las condiciones de vida y de trabajo y con las conductas de salud. No podemos luchar contra el paso de los años ni con nuestra genética, pero está en nuestras manos el seguir una dieta y un estilo de vida saludables: hacer deporte, abandonar hábitos tóxicos...

Muchos pacientes, sobre todo con enfermedades autoinmunes, peregrinan una y otra vez por Primaria antes de llegar a las manos de un reumatólogo. ¿Sería necesario abordar la especialidad desde otro punto de vista más amplio?

Es fundamental una buena atención primaria con médicos bien formados que tengan siempre en mente que las enfermedades reumáticas inflamatorias y autoinmunes pueden tener múltiples y diversas manifestaciones. Ante la sospecha, el estudio inicial y una derivación temprana al especialista pueden marcar la diferencia en el pronóstico de los pacientes.

¿Qué síntomas nos deben poner en alerta?

A nivel articular debe llamar nuestra atención la inflamación en las articulaciones, con limitación y dolor al movimiento, dolor nocturno que nos despierte, rigidez de predominio matutino que dure más de una hora... hay que vigilar también la aparición de fiebre sin un foco aparente, pérdida de peso y de apetito, lesiones cutáneas, aftas en la boca o en los genitales, cambios de coloración de los dedos (palidez, amoratamiento) en relación con el frío, excesiva sequedad de ojos y boca…

Artritis reumatoide, espondilitis… ¿Hay más casos o se diagnostican antes que hace unos años?

Afortunadamente se diagnostican antes. Tenemos una Atención Primaria muy concienciada que ante cualquier sospecha deriva rápidamente para estudio. Un diagnóstico y tratamiento precoces son decisivos para evitar daños a largo plazo.

En los últimos meses y acelerado por la pandemia ha cambiado la forma de trabajar de muchas personas. ¿Es posible el teletrabajo sin dolor de espalda?

Sí, es posible, pero supone una sobrecarga porque pasamos mucho tiempo sentados. Lo ideal es mantener bien tonificada la musculatura abdominal y lumbar para tener un buen sostén de la columna.

¿Un consejo para el trabajador que pasa un turno laboral sentado?

Hacer pausas durante la jornada para evitar posturas mantenidas de forma prolongada, levantarse, caminar, estirar...

Disponemos de un arsenal terapéutico muy amplio que nos ha permitido disminuir mucho el impacto de estas enfermedades en la calidad de vida

¿Y para el camarero, por ejemplo, que está horas de pie?

Usar calzado cómodo y de tamaño adecuado, y cambiarlo durante la jornada si es posible, para redistribuir las zonas de presión. Sentarse un momento o cambiar de postura, flexionando las lumbares o ponerse en cuclillas un par de veces puede ayudar mucho a aliviar la tensión.

Mito o realidad. ¿Las enfermedades reumáticas no se curan nunca?

Depende de qué enfermedad estemos tratando, que como ya hemos comentado, ¡no son pocas! Pero actualmente disponemos de un arsenal terapéutico muy amplio, que nos ha permitido disminuir muchísimo el impacto de estas enfermedades en la calidad de vida de nuestros pacientes.

¿Son solo “achaques de mayores”?

Para nada… hay muchos niños con enfermedades reumáticas. Y las enfermedades inflamatorias crónicas suelen debutar en jóvenes.

Usted conoce mejor que nadie la enfermedad reumática en la población infantil. ¿Cómo intuir que un crío tiene enfermedad reumática?

La más frecuente es la artritis idiopática juvenil, así que hay que estar al quite siempre que un niño tenga un dolor articular no traumático que se alargue en el tiempo, o cojera.

En la consulta monográfica y de alta resolución del San Agustín de reumatología pediátrica, ¿reciben a niños del área sanitaria avilesina o de otras áreas?

La mayoría de los pacientes que atendemos pertenecen al área sanitaria avilesina, pero durante estos casi 10 años también hemos atendido niños del resto de áreas sanitarias, fundamentalmente del área IV.

En estos diez años, ¿cuántos niños han pasado por vuestras manos?

Desde que comenzamos con la consulta monográfica han pasado por la consulta unos 150 pacientes, de los cuales seguimos actualmente a unos 60.

¿Cuál es el perfil de paciente infantil?

Los niños que nos llegan a la consulta con más frecuencia son niños derivados desde Atención Primaria o que acuden a Urgencias por dolor en alguna articulación.

Comentaba que la patología más frecuente es la artritis idiopática juvenil.

Así es. La patología más frecuente que vemos en nuestra consulta es la artritis idiopática juvenil. Es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de una o más articulaciones que se prolonga durante más de 6 semanas. Es muy importante diagnosticarla y tratarla pronto para evitar complicaciones a largo plazo, como limitaciones en la movilidad de las articulaciones afectadas, dismetrías... Creemos que es importante conocer que estas enfermedades no afectan exclusivamente a las articulaciones y debemos vigilar la aparición de síntomas en otros órganos, como los ojos, la piel, el intestino... son enfermedades sistémicas.

Normalmente cuando se piensa en enfermedad reumática imaginamos a personas mayores, casi ancianos. ¿Qué síntomas debe vigilar un padre?

Es frecuente que los niños se quejen ocasionalmente de que les duelen las piernas, las rodillas... La mayor parte de las veces no se trata de un problema inflamatorio, pero si los padres aprecian inflamación en alguna articulación o la queja persiste durante varias semanas es necesario valorar a estos niños.

¿En diez años cómo ha sido la evolución de la unidad?

Mireia (pediatra) y yo comenzamos valorando pacientes juntas cuando iban apareciendo, dentro de la agenda de Reumatología de adultos. Posteriormente, empezamos a agrupar a todos los niños en una agenda pediátrica propia, que al principio era un día al mes. Con el paso del tiempo, al aumentar el número de pacientes, se fijaron dos días de consulta. Además, desde los primeros años de consulta contamos con la colaboración del Servicio de Rehabilitación y del Servicio de Oftalmología, que se encargan del seguimiento de los pacientes de nuestra consulta que lo precisan. Desde hace unos meses la colaboración con el Servicio de Oftalmología es aún más estrecha, de forma que se hacen coincidir las revisiones en ambas consultas para disminuir el número de visitas al hospital. De la misma forma se intenta que las pruebas complementarias necesarias se realicen también el mismo día. Así los niños faltan menos al cole y sus padres al trabajo. A esto lo llamamos alta resolución.

¿Qué retos os fijáis a corto, medio y largo plazo?

El objetivo es siempre la atención temprana e individualizada. Para ello la accesibilidad es clave: tanto al inicio para un buen diagnóstico, como después en el seguimiento a largo plazo. Por ello estamos en constante comunicación con Atención Primaria y con las familias, que disponen de dos números de teléfono y un correo electrónico a través de los que pueden contactar con nosotras cuando les surge cualquier problema o tienen alguna duda. Hablamos y los citamos para verlos ese mismo día o al día siguiente, ya que consideramos que la atención a estos niños no puede esperar. De la misma manera, niños que hemos valorado y en los que no hemos detectado ninguna patología son dados de alta con la indicación de contactar con nosotras de nuevo en cualquier momento si así lo precisan. A largo plazo nos encantaría ampliar el número de días de consulta, e incorporar otras especialidades como Dermatología, y seguir desarrollando el modelo de consulta multidisciplinar y alta resolución.