El primer jueves de mayo es el Día mundial de la Contraseña. Con esta efeméride, promovida por empresas del sector tecnológico, se pretende conciencia a la población de la necesidad de mantener sus claves a buen recaudo. No vale poner “123456”, ni “abcdefg”, ni el nombre de la mascota o la fecha del cumpleaños o la boda. Por supuesto, el nombre junto a la fecha de nacimiento tampoco es lo correcto.

¿Cuál es la mejor contraseña?

Todos estos ejemplos son fáciles de adivinar. Las claves más seguras son las que parece que alguien se ha apoyado sobre el teclado sin querer y ha escrito “hugrt44¡”, “38hygt-pp” o “qCcL33hp$”. Hay reglas para crearlas y también para recordarlas. Y el esfuerzo merece la pena porque más de 23 millones de personas en todo el mundo han sufrido alguna vez el robo de datos a través de internet -muchas veces sin ser consciente- por utilizar contraseñas poco seguras.

A continuación, puedes comprobar si tu clave actual es segura. Si no es así, te contamos cómo reforzarla.

¿Cómo de segura es tu contraseña?

Introduce aquí tu clave y podrás descubrir en un instante el nivel de seguridad de tus cuentas y cuánto tardaría un hacker en acceder a todos tus datos. Los resultados son sorprendentes.

Esta aplicación tiene una finalidad didáctica. Su uso es anónimo, las contraseñas no se guardan ni se transmiten.

Las reglas básicas para crear una clave segura son dos. Por un lado, tiene que contener al menos ocho caracteres; y, por otro, debe combinar caracteres de distinto tipo (mayúsculas, minúsculas, números y símbolos). Para recordarlas, se recomienda el uso de reglas mnemotécnicas. Por ejemplo, “(Plpmx4)!!” -una clave segura- viene de “Perro ladrador poco mordedor por 4”. Otra: “cmCeD3-:xLt” de “comí mucho chocolate el domingo 3, por la tarde”.

Pero con fabricar una clave segura no basta. Hay que renovarla cada seis meses y no apuntarla en ningún documento ni compartirla con nadie.

El "abc" de la contraseña segura

  1. Más de 8 caracteres con: mayúsculas, minúsculas, números y símbolos
  2. Utilizar reglas mnemotécnicas para recordar las contraseñas más difíciles
  3. No utilizar la clave que viene por defecto en los equipos
  4. Renovar la contraseña cada 6 meses y no repetir las anteriores
  5. No apuntar la clave en un post-it o documento al que tenga acceso todo el mundo
  6. No utilizar la misma contraseña para servicios diferentes