Pilar Díaz Junco se convirtió en la primera alcaldesa de Cangas de Onís y de toda la comarca del Oriente el 15 de noviembre de 1988, cuando el fallecimiento repentino del regidor Juan Antonio Vega Díaz hizo que corriera la lista por la que se había presentado (entonces Alianza Popular). Se hizo con el bastón de mando cangués en una época que hoy casi podría calificarse de legendaria: el retorno del final en los Lagos de la Vuelta Ciclista a España y la visita a Covadonga del papa Juan Pablo II en agosto de 1989. Los paisajes del concejo cangués reventaron de belleza las retransmisiones televisivas de una época sin cadenas privadas, donde toda la audiencia se concentraba en torno a TVE. El país entero descubrió Cangas de Onís. Esta mujer elegante, que también fue diputada regional por el PP, se dedica hoy al encantador hotel que regenta en el concejo. Vive apartada de la política. Tiene sus razones