El medio rural asturiano tiene retos: dotar a las alas de servicios equiparables a los de la zona central de la región, emprender una revolución agrícola de la mano de la faba, el kiwi y el arándano, dar un salto en las producciones y hacerlas más comerciales... Pero también muchas oportunidades, algunas de ellas ligadas precisamente a la pandemia: sacar el máximo provecho a los fondos europeos –desde los de reconstrucción hasta los Leader y la Política Agraria Común (PAC)–, aprovechar el trasvase de población de las ciudades a los pueblos con el teletrabajo, explotar el papel clave que ha dado esta crisis a la alimentación...