El vuelo bajo del helicóptero permite inspeccionar la zona. Es el lecho del río Cares, flanqueado por paredones de 100 y 200 metros en muchos casos. "Es una auténtica ratonera", relata Enrique Ferrero, sargento 1º y jefe del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil de Sabero. Una trampa sin salida donde localizan al montañero perdido. El piloto del helicóptero busca una zona apropiada y decide arriesgar al máximo. Cualquier contacto de los rotores contra las paredes resultaría fatal. Pero el descenso es perfecto y permite a los dos rescatadores del Grupo de Montaña saltar al agua y alcanzar en pocos minutos el objetivo. Es un hombre de 65 años, estaba totalmente entumecido, casi no podía caminar y muy nervioso. Aunque fue localizado ya por la noche, él mismo pidió ser rescatado a la luz del día ante la peligrosidad de la zona. Entre los dos agentes consiguen llevarlo a la zona donde el piloto vuelve a jugársela para que esta historia de rescate extremo acabe con final feliz.