Los ganaderos se han vestido este miércoles de Reyes Magos y han traído a Oviedo "purines", "impuestos" y "burocracia". Lo han hecho por segunda vez, de nuevo acompañados por unos 500 tractores tractores, pero esta vez dando protagonismo a los niños, a los que deben tomar el relevo en un futuro que está amenazado por los precios de la leche y la carne.