Es una cuestión que “sí o sí hay que tocar”. La Junta conmemora el cuarenta cumpleaños del Estatuto de Autonomía, el presidente del Principado comparte fiesta con tres de sus cinco predecesores vivos y se pone así de rotundo al referirse a la necesidad de reconsiderar el régimen electoral asturiano. Adrián Barbón utilizó ayer esa contundencia para invitar a descubrir nuevos alicientes en la propuesta de reforma de la norma básica que su Gobierno negocia en el parlamento, y sin hablar esta vez de la cooficialidad ni en asturiano, optó por extraer puntos de su propuesta que puedan haber quedado tapados por el enconado debate lingüístico. Por ejemplo, éste en el que pide que Asturias pueda abrir una legislatura propia de cuatro años en caso de adelanto electoral, desligando su ciclo del de la mayoría de las comunidades y de las fechas las elecciones municipales.