Alicia Suárez es presidenta de la Asociación de Enfermos de Fibromialgia y Síndrome de la Fatiga Crónica del Principado de Asturias (AENFIPA) desde hace ya 8 años. Descubrió el colectivo hace 12 al buscar ayuda tras ser diagnosticada de fibromialgia, síndrome de la fatiga crónica, migraña y endometriosis. Han organizado varios actos en Oviedo con motivo del Día Mundial de la enfermedad, el domingo próximo. "Antiguamente se tardaban diez años de media. Afortunadamente a día de hoy el tiempo se ha reducido hasta un año o dos. El problema es que no todos los profesionales creen que esta enfermedad exista y ahí es donde empieza el peregrinaje entre especialistas. Y además otras de las trabas es que el dolor no se ve, por eso lo de invisible, como tampoco me ven cuando mi marido tiene que ayudarme a lavarme la cabeza porque yo no me puedo levantar. Es algo que no se tiene en cuenta y realmente se complican todos los ámbitos de la vida, porque esta enfermedad afecta tanto a lo laboral como a lo social. Hay personas que se han quedado sin familia o amigos porque sus allegados decían no querer aguantarles. Es algo muy duro".