La estancia de dos horas del Rey Felipe VI en Avilés para comer este jueves en la popular sidrería Casa Lin dejó dos instantes virales que no pasaron desapercibidos para las personas que observaron la llegada y la marcha del monarca e inmortalizaron ambas con sus teléfonos móviles. En ambos casos los hechos ocurrieron en la calle (la avenida Los Telares) y por dos veces el Rey, técnicamente, infringió las normas de tráfico, que incumben tanto a automovilistas como a peatones.

La primera escena se produjo a la llegada de don Felipe. Vino en coche desde Oviedo, donde había presidido el centenario de la empresa asturiana de transportes Alsa, y el vehículo aparcó en un espacio previamente reservado al otro lado de la calle donde se ubica la sidrería elegida para comer. El Rey, en el fondo un ciudadano más, hizo lo que haría una mayoría de personas: tirar de frente en busca de la puerta del local.