Suena el timbre en la segunda planta de ese bloque de pisos de la calle Manuel Llaneza. Paredes blancas, muebles minimalistas. Nada puede cargar el ambiente, las emociones siempre ocupan de más. De la tensión que vive el equipo de profesionales por un posible abandono del tratamiento, a la alegría por los logros en terapia: así es un día en un centro de rehabilitación de drogodependientes.

Y no es un centro cualquiera. Es el Centro de Rehabilitación en Drogodependencias (RED) de Mieres. Una entidad que nació pequeña y que ha ido consolidándose. Pasos cortos, pero firmes. Son los primeros de Asturias en tratamiento con perspectiva de género, han implantado atención ambulatoria. Sanan a una media de veinte personas adictas al año. Hay algunas bajas, pero la mayoría son altas que se celebran. Hoy suena ese timbre, y la puerta se abre para LA NUEVA ESPAÑA.

Puedes conocer cómo es la jornada en el centro RED, aquí.