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VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

Pablo Nanclares, el árbitro que venció al cáncer: "Mi obsesión era volver al punto donde había dejado mi vida"

Hace una década el técnico asturiano cumplió su sueño de volver a pisar un terreno de juego

Su pesadilla comenzó en 2009. Había sido designado como cuarto árbitro en San Mamés, para participar en un Athletic-Sevilla. Fue el último partido en el que tomó parte antes de recibir una de las peores noticias que se puede escuchar. Su médico pronunciaba las palabras malditas: tenía leucemia, de apellido, linfoblástica aguda. Un tipo de cáncer, poco habitual en adultos, "ingresé por urgencias y ya no salí del hospital". Lo que él creía que eran los síntomas de una simple anemia le llevaron a estar ingresado desde el primer día en la Unidad de Trasplante de Médula del HUCA y desde el primer minuto se vio obligado a afrontar un tratamiento de quimioterapia que duró siete meses. "Mi obsesión era volver al punto donde había dejado mi vida, se me ponen los pelos de punta cuando recuerdo lo que sentí al pisar de nuevo un terreno de juego", asevera. Ahora se ve reflejado en Virginia Torrecilla, la jugadora del Atlético de Madrid que lucha contra un tumor cerebral. "Hay que darle tiempo, es normal que se lesione pero para ella es importante volver".

El ovetense recuerda los buenos momentos tras todo lo sufrido. Como cuando le recibían en los campos como si fuese una estrella. “Tuve recibimientos impensables. En Lugo me encontré una pancarta que ponía: ‘ejemplo de superación, Pablo Nanclares’. Era tremendo e increíble”, dice el excolegiado sobre el día en el que regresó, en un Lugo-Celta B de Segunda División B. Dos años después, dejó el arbitraje y su última experiencia fue ser delegado del Sporting B. “El comité me descendió y podía haber seguido en Tercera, pero decidí dejarlo. Me lesionaba con más facilidad que antes. Me quedo con que cumplí el objetivo y pude volver a arbitrar tras estar a punto de morir”. Con el paso del tiempo, Nanclares recuerda el fenómeno mediático de su caso, similar también al de Torrecilla. Las radios nacionales se pelearon por meterlos los primeros en antena. Él era la noticia. “Fue una presión tremenda, yo no estaba acostumbrado y alucinaba”.

Nanclares tiene una hija de 7 años. “Hace poco me preguntó que por qué había salido en los periódicos porque un hombre me reconoció en un bar. Cuando estuve enfermo me dijeron que no podría tener hijos, que probase, pero que estaría complicado”. Nanclares lo logró. También volver al deporte.

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